Hay mucha gente torpe que no se da cuenta del bienestar que provoca el ser amable.
Es una actitud ante la vida, la amabilidad, de la que sale ganando sobre todo el que la practica.
Ya puede estar cayéndoseme el mundo encima, que un buen gesto hacia el otro será fácil de fabricar, y con él vendrá una simple mirada cariñosa del otro lado que me vendrá más que bien.
Sí, hay gente que nace encabronada, que incluso teniendo lo fundamental para llevar una vida sana se obstinan en gruñir cuando se les habla. Es más, hay quien se vanagloria de ello, de ser estúpidos, distantes, altivos.
Con lo fácil que es una sonrisa y lo bien que sienta a nuestras feromonas, ya no a las del otro, sino a las nuestras.
Como decía Henry James, sólo hay tres cosas importantes en la vida: ser amable, ser amable y ser amable.
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