jueves, septiembre 30, 2021
Sudar
miércoles, septiembre 29, 2021
Ghosn
Me atrae compulsivamente la gente inteligente, sea buena persona o no.
Me habían seleccionado, en un proceso formativo dentro de la empresa, para acudir a una conferencia de nuestro presidente, Carlos Ghosn, a la que sólo íbamos a asistir diez personas.
Ese mismo señor que fue apresado en Japón por delito fiscal, apropiación indebida y desvío de capitales, traicionando la confianza de todos los que habíamos crecido profesionalmente bajo su liderazgo, nos iba a hablar durante una hora.
Entró en esa sala enmoquetada como imagino que entraban los príncipes en las audiencias de sus castillos medievales, con la cabeza erguida y sin mirar a sus cortesanos.
Empezó a hablar de forma pausada, con su voz grave, y encadenó una tras otra frases de calado, propósitos de vida, visiones de futuro, en una suerte de mezcla improvisada de lo íntimo con lo industrial, del devenir del hombre frente a la naturaleza, de nuestro papel en el mundo.
Yo sentía algo parecido al síndrome de Stendhal, pero con la belleza de sus argumentos, con su capacidad para embelesarnos, de paralizar el mundo y hacernos creer importantes. Había en su discurso un componente no muy alejado al erotismo, todo un ramalazo de seducción.
La decepción fue enorme el día que lo arrestaron, pero me reconozco rehén de quien sabe hilvanar tan bien las palabras.
Alguien sumamente inteligente me vuelve loco.
domingo, septiembre 26, 2021
Amarillo
sábado, septiembre 25, 2021
Conflicto
Confianza
Depresión
jueves, septiembre 23, 2021
La Palma
martes, septiembre 21, 2021
Loco
—Este paisaje me vuelve loco.
Es apasionante compartir tu vida con alguien al que le vuelve loco desde un paisaje a un plato de fabada. Que lo dice con tal energía que no puede sino contagiarte.
Cuando hay terceras personas me gusta comprobar cuántas veces habla con entusiasmo del mundo. Suelta su risa generosa, se le cambia incluso la respiración y explica sus planes, o cuenta lo vivido el día anterior con la sensación certera de que no hay situación mediocre vista desde sus ojos.
Al pasear para cenar un par de tapas te suelta un 'pero qué maravillosa noche hace', al ir en moto por el centro de la ciudad exclama 'qué alegría vivir aquí', al ir al encuentro de algún amigo 'pero qué ganas de verlo'...
Yo, que de normal soy positivo, me regodeo en su capacidad de apreciar la belleza de las cosas.
Será por eso que su teléfono suena tanto, que tanta gente quiere verlo, que la vida se hace en él de colores.
Muchas noches, cuando estamos ya medio dormidos, se da la vuelta, me abraza y me susurra:
—Me tienes loco.
Saturación
Soy ferviente partidario de vivir en una saturación responsable.
Los días, como pequeñas vidas de horas que tienen principio y fin, son extremadamente limitados. O casi eternos, si los miras del revés.
Hay quienes se dejan llevar por ellos, al albur de cómo se vaya presentando la jornada, hay quienes organizan agendas manejables y hay quienes, como yo, los saturamos de contenidos.
Siempre tengo en mente más cosas de las que soy capaz de hacer, incluyendo aquéllas que me proporcionan placer. Especialmente éstas. Las que me provocan, me motivan, me divierten, me hacen crecer. Lleno mis días de actividades así.
Yo quiero lamentar no haber ido hoy al gimnasio, no haber estudiado inglés, no haber corregido los dos capítulos previstos de mi nueva novela, no haber investigado sobre la revolución tecnológica de los arranques de los coches, no haber tenido tiempo de comprar ciruelas para hacer de cenar esta noche mi plato favorito, no haber podido pasearme por la Alameda, no haber terminado el logo del negocio de mis hermanas, no haber podido adaptar la estantería a mi nueva impresora, no haber ido a recoger la nueva novela de Mikel Santiago, no haber comprado yogur de chocolate.
Quiero ser así. Tener muchas cosas que hacer, para luego picar de aquí y de allá hasta que llegue un nuevo día.
No es que me aterre el vacío, ni el silencio, que también forman parte de mí. Me asusta pensar que llegue el día en que no tenga mil sueños, pequeñillos, por cumplir. Tener la agenda llena para poder tirarla a un lado y decirte a ti que sí, que claro que me tomo ahora mismo una cerveza.
—No hay nada más importante que esa cerveza junto a ti.
lunes, septiembre 20, 2021
Disgusto
Hay personas a las que quiero incondicionalmente que se han convertido en gente que no me gusta.
¿Cómo se digiere eso?
Cierto que la vida es sabia, que en pequeños detalles uno se va percatando de que los caminos se separan, que nuestras mentes se van adaptando a la distancia que supone entender el mundo con miradas contrapuestas. Sin darte cuenta pasan días sin que nos llamemos, semanas, incluso meses y cuando te descuidas compruebas que se te ha pasado su cumpleaños una vez más. Te da apuro incluso no saber si sigue trabajando allí, si tuvo más hijos, si la familia está bien, si continúa su historia de amor.
Un día, tomando una cerveza, te viene a la cabeza el recuerdo de aquellas risas y te da por enviarle un mensaje, que normalmente es respondido rápido y con muchos corazones.
Tranquilizas entonces tu conciencia y te dices que sí, que si le pasa algo tú estarás ahí, que si te pide ayuda tú se la darás, que quizás de más mayores llegará un día en que llame a tu puerta y a ti te apetezca invitarle a cenar.
viernes, septiembre 17, 2021
Justicia
jueves, septiembre 16, 2021
Allí
martes, septiembre 14, 2021
Sierra Bermeja
lunes, septiembre 13, 2021
Pereza
jueves, septiembre 09, 2021
Impacientes
domingo, septiembre 05, 2021
Confianza
He vendido cientos de mis novelas a ciegas.
Mis lectores se interesaban en ella, yo les decía que se la podía enviar dedicada y ellos respondían que sí.
Me acercaba a la librería, la compraba, les escribía unas palabras de agradecimiento por haber confiado en mí y 'El Gusanito lector' se encargaba de enviarlas.
-¿Y si no te la pagan? -me preguntan al explicarlo.
-Si no me la pagan, ¿qué? -respondo.
No me voy a volver pobre si alguien me sale rana. La confianza se establece desde el momento en que una persona demuestra interés en mí.
Van cientos de novelas dedicadas y nunca, nadie, en ningún momento, ha dejado de ingresar el dinero al recibirlas.