lunes, mayo 30, 2022
Niños
Soledad
En esta inmensa vida, tan pequeñita a veces, hay períodos de tremenda soledad, donde no valen los amores, los dineros, la familia ni el proyecto por entregar.
Estamos solos y no hay ojos que nos miren,
Momentos en los que no somos nada sino nosotros mismos, en los que visualizamos que apenas quedaría un armario con ropa a media planchar y nuestros caprichos en la nevera con fecha de caducidad.
Los lamentos llegarán, seguro. Habrán días de verano en los que alguien dirá, 'te acuerdas de la hostia que se dio en la Feria', habrá sin duda quien dormirá muchas noches pensando en lo que fuiste para él. Existirán esos días en los que una foto tuya aparecerá y subirá una emoción momentánea.
La soledad observa, da también calorcito, nos da nuestro sitio, nos ve actuar, aunque sea cómplice muda y no tenga capacidad de achuchar.
Yo estoy ahora con ella y le ofrecería un té. Me verá prepararlo, se sentará a mi lado, me aconsejará, sin hacerlo, una pintura para este texto. Hasta que amanezca. Entonces se oirán ruidillos desde la habitación, y Fran abrirá las puertas del dormitorio con los ojos cerrados y levantará las manos, y vendrá dando pasos medio sonámbulos hacia mí para besarme, mientras ella, la muda, se alejará sola por el baño para encontrarse con su colega, la que cuida de Fran.
domingo, mayo 29, 2022
Preferir
viernes, mayo 27, 2022
Fluorescente
jueves, mayo 26, 2022
Racista
lunes, mayo 23, 2022
Alfombras
domingo, mayo 22, 2022
Sexo
Yo no sé qué día se topan con el sexo los despistados.
A mí me provocó una auténtica conmoción descubrir ese placer inhumano que se originaba en mi propio cuerpo, por mucho que escuchara bromas, cuchicheos entre mis compañeros de clase; incluso si sabía que los mayores bajaban la voz cuando hablaban de ciertos temas y las risas socarronas delataban que tras esa palabra se escondían aventuras de calado.
Cuando uno llega a él, normalmente a solas, en el baño, inspeccionando el cuerpo con torpeza, se da cuenta de que ya nunca nada será igual, que ha atravesado una frontera que desaparece en el mismo instante en el que la cruzas. De pronto te dices, con palabras adolescentes, ¿la vida era llegar aquí?
Yo escucho a mi sobrino Iván hablar con naturalidad del sexo con diecinueve años y ya sé que tiene medio recorrido hecho. Cuando a mi hermano David le descubrí entre sus apuntes una foto de una mujer desnuda me alegré infinito por él.
Lo malo es descubrir el sexo por personas que lo sueñan de otra manera, en esos años de adolescencia en los que creces al mundo. Cuando mueres por besar a tu amigo y quien te mete mano es tu amiga.
Entonces das un paso atrás y trazas todo un plan para asegurarte de que eso no es bueno, que no te conviene, que te hace sufrir. Que es feo, es sucio, es malo. Te lo repites tanto que te lo acabas creyendo.
Luego lleva mucha terapia llegar a encontrarte, por segunda vez, ya hecho un hombre, con ese placer esplendoroso que una vez te hizo pensar que la vida podía ser eso.
sábado, mayo 21, 2022
Mengano
viernes, mayo 20, 2022
Credibilidad
miércoles, mayo 18, 2022
Calcetines
Romain
Dolor
lunes, mayo 16, 2022
Eses
Genética
viernes, mayo 13, 2022
Confidencial
jueves, mayo 12, 2022
Sonda
Maru
miércoles, mayo 11, 2022
Caliente
martes, mayo 10, 2022
Teléfono
Asaltos
lunes, mayo 09, 2022
Caballito
domingo, mayo 08, 2022
Tres
viernes, mayo 06, 2022
Libro
Bran
Mi sobrino Iván nació muy poco antes de que yo comenzara mi relación con Fran.
Así que, casi desde que abrió los ojos, su tío siempre aparecía acompañado por esa persona de risa fácil que me hace tan feliz.
Con la media lengua propia de sus primeros años, cada vez que yo iba solo a casa de mi hermana, Iván preguntaba:
—¿Y Bran?
Son ya diecinueve años. Benditos diecinueve años. Él ha crecido en paralelo a nuestro amor, por lo que pocas parejas más estables ha podido integrar mi sobrino en su vida.
Este finde se viene con dos amigos a Portugal, a casa de sus tíos Bore y Fran.
La vida se construye así de fácil, contra quienes ven el demonio en todo lo que no sea 'normal'.
jueves, mayo 05, 2022
Enfermo
martes, mayo 03, 2022
Peces
Vivir con alguien de sangre fría es muy sano para los que la tenemos caliente, porque nos ponen en nuestro sitio, relativizan nuestros dramas y nos hacen mejores personas desde la sensatez.
Yo era de entrar al trapo como un toro salido de los corrales. Entendía que la razón me daba derecho al posicionamiento duro y el decibelio alto, que la contención era defecto y no virtud.
Tuve la enorme suerte de cruzarme en la vida con una persona que es todo mesura, y que quizás admire en mí esa capacidad que tengo de indignarme y sublevarme con pasión. Quizás es una de las razones por las que nos llevemos tan bien.
Como un medicamento sin receta, ni química, ni contraindicaciones, su compañía apacigua mi tendencia natural a saltar como un niñato, cuando el mundo se me pone del revés.
lunes, mayo 02, 2022
Foto
Algarve
Tenemos la suerte de disponer de la casa de mis suegros en el Algarve para nosotros dos.
Cuando juntamos tres días, damos el salto desde Sevilla y nos atrincheramos en este lugar fuera del espacio y del tiempo, donde desaparecen las reglas y los despertadores para dar rienda suelta al no hacer nada y hacerlo todo, porque la vida está aquí donde uno es el verdadero protagonista, en nuestros silencios compartidos, en las noches abrazados, en las risas preparando una tortilla.
Nos enfoca la sociedad tan descaradamente para ser útiles, que nuestro cuerpo reacciona buscando lo contrario, el recluirnos en nosotros mismos para gritar que queremos libertad.
Uno tarda en darse cuenta de lo castrante que es vivir de lunes a viernes a golpe de alarmas, reuniones programadas y tareas nunca del todo terminadas. Somos parte de la cadena de producción. Nos pagan por nuestro trabajo, a los que tenemos la suerte de tenerlo, para nosotros pagar por propiedades y necesidades, no todas necesarias, que requieren de más dinero, en una espiral de la que es imposible salir. La vida siempre pide más madera.
Sueño con una sociedad diferente, donde el ser humano esté en el centro, por encima de esta economía que usa al hombre como una trituradora de carne para aportar el combustible necesario para que el mundo, tal como lo conocemos, siga rodando.
Sí, sé que es un sueño irrealizable, que tal vez no haya mejor sistema, que la vida será eterna competencia donde triunfa el más fuerte. Así somos y así, desgraciadamente, seremos.
Siempre hay carne joven para triturar.
Al final uno busca sus oasis donde escapar, de tanto en tanto, de la paranoia. Rendijas a través de las que vemos toda las ganas sanas de vivir que nos oculta el día a día. Todo mi propósito es rasgar con fuerza el decorado impuesto, para aumentar el tamaño de esas rendijas y así escaparme, sin hacer ruido, cuántas más veces mejor.