viernes, diciembre 31, 2021
Destino
Vida
domingo, diciembre 26, 2021
Odiadores
La tele
sábado, diciembre 25, 2021
Orgullo
viernes, diciembre 24, 2021
Zapatos
jueves, diciembre 23, 2021
Confianza
Hace cinco años una persona, muy querida por entonces, comenzó a huir de mí.
Cuando la invitaba a casa tenía un viaje, si salíamos por su barrio, ya había quedado, cuando organizaba un evento respondía una vez que éste se había celebrado. Todo parecía natural porque siempre llevó una vida muy intensa.
Sin embargo, el tiempo pasaba y algo no cuadraba. ¿Por qué me rehuía?
Los años de confinamiento le impedían decirme que andaba fuera de Sevilla. Así que insistí durante esos meses, hasta que quedamos para tomar un café.
-No me pagaste un billete de avión -me dijo, ante mi estupor.
Yo volví cinco años atrás, recordaba el viaje. Busqué en mi cuentas bancarias, sus emails, los wasaps. Cierto. No le hice la transferencia. Insistía en que me lo había escrito varias veces, pero todo estaba registrado. Me pasó el número de cuenta y a mí se me pasó. Nunca volvió a recordármelo. Por esos días mi padre estaba gravemente enfermo y se me pasó.
Se me pasó. No puedo fustigarme ni maldecirme. Se me pasó.
Inmediatamente le pagué el dinero del billete, pero lamenté amargamente que hubiera tenido ese concepto de mí durante tanto tiempo. De un tacaño aprovechado. Me acusó y sentenció sin darme la oportunidad del olvido. Frustró una amistad de diez años por no decirme, 'Salva, no me hiciste la transferencia'.
La deuda está saldada, pero ya no puedo confiar en quien desconfía tan gravemente de mí.
Montse
miércoles, diciembre 22, 2021
Leal
Leal es una palabra que suena tan hermosa como su significado.
Dicen que es una cualidad en vías de extinción, pero yo no lo creo. Siempre existirá quien de la cara por ti, siempre tendremos a quienes nunca fallaremos.
La lealtad no es exclusiva de grandes guerreros, sino que se encuentra hasta en los más sutiles comportamientos, ésos que definen la calidad humana de una persona. Los que hacen que, en décimas de segundo, sepas dónde no hay que mirar, qué no hay que decir, cuándo tienes que llamar, cómo tienes que reaccionar.
Ser piña con esa persona a la que adoramos, aunque meta la pata, incluso cuando se venga abajo o esté enfadada con nosotros.
Yo sé que mucha gente daría la cara por mí. Les pongo cara, los tengo cerca, sé que me quieren.
Duermo feliz.
Palmera
martes, diciembre 21, 2021
Carrete
Foto
Japón era nuestra segunda etapa y nos habíamos comprometido a ir informando de nuestro viaje de trabajo, así que cuando terminamos, tras varias jornadas con nuestros colegas nipones, les propuse:
—Vamos a hacernos una foto de equipo para el informe final.
Ellos me miraron con una sonrisa.
—No se pueden hacer fotos.
Yo miré alrededor de nosotros. Estábamos en un despacho de paredes blancas. No había gráficos ni piezas ni nada que pudiese ponerse en peligro de ser descubierto. Así que aclaré.
—No, veréis. Es una foto de nosotros, simplemente, para la publicación semanal de nuestra fábrica.
Los japoneses sonreían.
—Fotos no.
Yo les decía que las hicieran ellos, que nos pegaríamos a la pared. Ellos con su chaquetilla Nissan, nosotros con las de Renault. Que ya nos las enviarían.
—Fotos no.
Hay culturas brillantísimas a las que no les sobra el sentido común.
lunes, diciembre 20, 2021
Nochebuena
Llegábamos por paquetes a casa de mi abuela.
Los Navarro, Los Funes, Los Mora, Los Villanueva... Cada familia con su estilo personal, porque ya desde pequeño se nos va diferenciando. Y nos soltaban ahí, tras darle besos a la abuela, a los tíos y explicar cómo nos iba en el colegio a cada uno.
Nos uníamos más o menos por edades, aunque todos éramos tan pequeños que las distancias, vistas desde hoy, se antojan invisibles. Nos repartíamos por las habitaciones, sorteábamos la timidez primera de niños que no se veían a menudo y el más avispado preparaba juegos, organizaba teatrillos o ideaba trastadas. Yo me limitaba a no destacar.
El jolgorio se acallaba un poco cuando alguien gritaba:
—¡El discurso del Rey!
Los niños seguíamos a lo nuestro y en cuanto nos descuidábamos ya los padres andaban contentos de alcohol y comenzaban los achuchones, los chistes y las bromas hacia la gran jefa.
—Qué cortito está esto de comer, abuela.
Se reían, atiborrados de jamón y langostinos.
Yo recuerdo esconderme entre las cortinas. Había un pasadizo estrecho entre los grandes ventanales y el salón, en el que yo me metía cuando ya no tenía ganas de fiesta. Era chulo escuchar desde allí las risas de los mayores, que se veían tan raros y lejanos. Me sorprendían los temas de los que hablaban, algunos me asustaban, otros los intentaba memorizar para luego preguntar a mi madre...
Y me planteaba, con cierto vértigo, qué sería de mí cuando yo fuera como ellos.
domingo, diciembre 19, 2021
Agoreros
sábado, diciembre 18, 2021
Hostelería
Reflejos
Fea
—¿Quieres que te quitemos a este peñazo de chica de encima?
No olvidaré ese momento.
—Esta chica es mi amiga —respondí. Y no me moví de su lado.
Yo era adolescente y fue la primera reacción de valentía que recuerdo en mí. Defendía a una amiga rara, en cuanto a diferente, con muchos complejos físicos y una sensibilidad extrema.
A mí, que por entonces era 'normal', venían a rescatarme de las malas influencias de una persona que molestaba.
¡Es tan cruel hacerle el vacío a una persona! Tan denigrante apartar a alguien del grupo por ser feo, tartamudo, afeminado, gordo, tímido, por andar con pasos cortos, por tener voz de pito, por no beber lo que los demás, por no reír las gracias del líder.
Muchas veces me viene esa escena a la cabeza y me da por pensar que mi respuesta me sirvió para saber qué es lo que nunca querría ser en mi vida.
lunes, diciembre 13, 2021
Presente
Malhumor
domingo, diciembre 12, 2021
Música
viernes, diciembre 10, 2021
Bienqueda
Los bienqueda hay que mantenerlos a distancia.
Son personas falsamente positivas que nunca cumplen su palabra. Conozco a alguno que llega a rozar los límites de lo ridículo.
—Allí estaré, Salva.
Nunca aparece. Ni siquiera se preocupa en excusarse.
Son los que prometen que van a ayudarte con esto y con lo otro, los que programan viajes a sitios 'que te van a encantar', los que aseguran que solucionarán esto y aquello.
Para mí la palabra dada no hay que firmarla con sangre, cuando se da, se da.
Si digo que voy a ir, voy, o explico por qué no iré.
Si me comprometo a echarte un cable, te lo hecho, mal que me pese.
Son los que, un día te das cuenta, han venido 27 veces a tu casa y no han ofrecido, de corazón, nunca la suya.
—La próxima vez, en la mía —te dicen, con la boca pequeña.
Tal vez nacieron programados para alegrar los oídos y se ufanan de ir por la vida repartiendo sonrisas falsas. Son los que, en el fondo, chupan tu energía para conseguir lo que quieren ofreciendo a cambio promesas que saben que nunca cumplirán.
Alcachofas
jueves, diciembre 09, 2021
Envejecer
El cuerpo no te pregunta cómo quieres envejecer, el muy puñetero.
Él va a su bola.
Te hincha por aquí, te descuelga por allí, te asomas al espejo y te ves una arruga en un sitio imposible, pasas junto a un escaparate y ves reflejado a alguien distinto a quien tú quisieras ser.
Año tras año, sin darte apenas cuenta, te acostumbras a vivir, casi siempre con desgana, en esa percha en la que te has convertido.
Haces por cuidarlo, temes por él, que se desmadre, que se tuerza, buscas consejos, abres las orejas cuando escuchas lo bueno que es tomar eso por las mañanas, dormir en aquella postura, echarse ese potingue.
Hay que guiñarse el ojo al espejo, tenemos que llevarnos bien con ese tipo, ese bulto con ojos que nos observa, porque no nos queda más remedio que vivir con él, empatizar con esas formas, reírse de esos gestos forzados para parecer que no somos tan envejecibles como los demás.
Porque creemos que somos nosotros quienes cuidamos de nuestro cuerpo, cuando es él quien nos mantiene en pie.
Papeles
martes, diciembre 07, 2021
Paloma
Pesquis
domingo, diciembre 05, 2021
Miradas
Me encantan las miradas cruzadas en los restaurantes.
Girar la cabeza y cazar a alguien que te observa. Observar a alguien y ser cazado en tu espionaje acerca de esa mujer que habla apasionadamente, de ese chaval que toma las manos de su novia, de esa señora que se emociona con algo que no alcanzo a escuchar.
Cuando se cruzan dos miradas se produce una reacción preciosa de comunicación inesperada entre desconocidos. Son décimas de segundo de un flirteo que poco tiene que ver con lo sexual.
Sí, hubo tiempos en que las miradas las lideraban las hormonas, cuando las células revoloteaban anárquicas por nuestro cuerpo en busca de fiesta.
La calma de los días reposados, sin embargo, dan oportunidad a ese abrirse al otro, al que se come el tiramisú, a la que pasea al perro, al que está concentrado en su periódico, al que... ¡me pilló!
Me has atrapado mirándote.
Tocayo
Hay personas que aparecen para reconciliarte con el género humano.
Mi tocayo hacía comentarios muy juiciosos a mis textos. Pronto descubrí que era sevillano, y remero, y que ronda mi edad, por lo que teníamos mucho en común.
Escribe unos microrrelatos, además, que llegan al corazón.
Una tarde de hace unos meses nos reglamos un café en la Alameda para hablar de la felicidad que nos provoca el contar historias.
—Tocayo —le pregunté, días después—, tengo un alto directivo de Renault que viene desde Francia y querría remar en el Guadalquivir.
No sólo lo organizó, sino que preparó un bote de cuatro donde, junto a sus dos hijos y nuestro invitado, pasaron una tarde en el río.
Cuando se enteró de que estrenaba novela, se ofreció para organizar la presentación en el Ateneo de Sevilla, templo de las letras, y este próximo viernes será el día.
—¿Y te interesaría una entrevista en Canal Sur Televisión? Verás, tengo una buena amiga allí que...
Este miércoles me la hacen.
Aparece un día, te hace un comentario y se convierte, sin tú merecerlo, en un ángel de la guarda.
Sí, el mundo está poblado de gente con luz.
sábado, diciembre 04, 2021
Abrazo
miércoles, diciembre 01, 2021
Frío
Estas tardes que estoy pasando junto a Antonio, el hombre de quien estoy escribiendo una historia de vida, son duras para mí. Lleva tres semanas metido en la cama sin querer salir.
—No tengo ganas de nada, Salva.
En una casa pequeña y fría, con la única compañía de una radio y de paquetes de galletas, yo me siento a su lado y le propongo cosas.
—¿Te traigo la tele del salón? ¿Quieres que te busque un edredón?
Me da frío tan sólo de verlo. Un frío que se me mete dentro.
No quiere hablar de su vida, porque no tiene ganas de vivir.
—Estoy hecho una basura.
Yo le dejo quejarse, que tire por dónde quiera con su conversación e intento orientarle hacia una risa, hacia una confesión, hacia un recuerdo desde el que tirar, pero siento la maldita impotencia de no saber cómo convencerle de que se levante y dé de comer a sus pajaritos.
—De eso se encarga la muchacha que viene por las mañanas.
Nos dedicamos a mirarnos. Él observa al escritor que hay en mí, yo al viejo que un día seré. Cada dos frases me dice gracias.
—Vete ya, que hace mucho frío aquí.
No paro de pensar en él.
Amor
Lo que da sentido a la vida es el amor.
No hay más.
Porque detrás de cada gesto bondadoso, de cada pequeño crecimiento personal, de cada momento de ilusión, de cada risa está el amor.
Así de cursi y así de grande.
Tardar en entenderlo es malgastar la propia existencia. Creer que estamos aquí para otra cosa es torpe.
No. No hemos venido para trabajar mucho, para ganar dinero, para tener ese coche, para deslumbrar con nuestra conversación, para colgarnos medallas. Todo eso no son sino fuegos artificiales, la única llama que dura es la de querer de verdad, la de ponerte en lugar del otro, la de observar la vida con el corazón.
La de amar y amarte.
Para ello puede que sea necesario trabajar mucho o ganar dinero, porque el amor llama a nuestra puerta de muchas maneras, nos exige sacrificios, nos pone a prueba, se muestra de mil maneras.
Cuando uno llega al final de sus días, salvo que sea un borrico, no pensará en cómo está la cuenta bancaria, sino en todo el amor que ha recibido y en todas las personas que ha amado de verdad.