-¡No me lo digas!
Porque, conociéndome, lo más fácil es que meta la pata. Mezclo lo que me dijo uno que se podía contar con lo que me contó la otra que no se podía decir.
Yo tuve hace años un jefe así. Todo era confidencial, pero para según qué persona. Que esto lo sepa el director, pero no el responsable del departamento. Esto viene de Recursos Humanos, pero no se lo expliques al de Gestión.
Yo soy más feliz no sabiendo, porque tengo fama de liarla parda y de decirle a quien no le tengo que decir que me han dicho que no diga lo que le acabo de decir, creyendo que a quien se lo digo es a quien tenía que decírselo y no al revés.
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