No se miente cuando se cuentan cosas que no ocurrieron así, porque lo que pasó es imposible de describirse con total fidelidad a los hechos. Lo que para ti ocurrió un día caluroso, para otro sucedió un día que tenía una resaca insoportable y para otro aquello pasó poco después de la muerte de su padre.
La realidad del pasado siempre está deformada por nuestra memoria, que olvida cosas feas y encumbra momentos dulces que en su momento no lo fueron tanto.
De ahí que me guste escribir, para jugar a averiguar mi propio pasado convencido de que un día caluroso y con resaca, tras la muerte de mi padre, me dijiste que me querías.
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