Qué frase más fea.
Encuentro pocas situaciones en las que se pueda usar. Es tajante, capadora y vanidosa.
El ser humano es muy de sentenciar, de marcar barreras, de clasificar entre buenos y malos, de señalar con el dedo, de aceptarte con condiciones.
Con lo bonita que es una batalla de argumentos donde el único arma sea la palabra. Escucharse sin interrumpirse, empatizar con el de enfrente.
Quienes utilizar frases tan rotundas suelen tener los pies de barro y se agarran a expresiones tan zafias para protegerse de su propia inseguridad.
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