¿Qué se le puede echar en cara a ese niño si sale huraño?
Tengo conocidos tan miserables que no me extraña luego ver que sus hijos no levantan la mirada cuando les das un beso.
¿Dónde quedan las fronteras a partir de la cual se transfiere toda la responsabilidad al hijo? ¿Cuándo se termina uno de quitar de encima tanta basura?
Seguramente, nunca.
No podemos imaginar cuánto hay de imitación en la naturaleza de los humanos, que se llevan años preciosos al cobijo de personas que son su modelo de vida.
Supongo que los que han crecido en un hogar tremebundo sentirán, algún día, un clic, un fogonazo, tras el que dirán, ¡qué diantres han hecho de mí!
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