Siempre queremos estar al otro lado.
Si hace calor echamos de menos el frío, si es invierno soñamos con el verano. Si salimos mucho, querríamos estar holgazaneando en casa, si, por fin, estamos tirados en el sofá añoramos no estar de tapas.
Nos llevamos media vida suspirando por lo que no tenemos sin regocijarnos en lo que está en nuestras manos.
A mí me gusta provocar la alabanza del aquí y del ahora. Verbalizarlo. Mucho. Por cualquier motivo.
Cantar al aire lo bonita que está la ciudad, la noche tan espléndida que hace, lo divertida que es esta película, lo buenísimas que están las alcachofas que me acabas de hacer.
Lo bien que me lo paso contigo.
Lo feliz que estoy aquí, conmigo.
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