No hay mejor manera para defenderse que aprender.
Todo lo que nos haga crecer en nuestro saber personal son armas defensivas contra los ataques a nuestra estabilidad personal.
Conocimiento para crecer. No importa el tema. De salud, de economía, de geografía, de psicología, de cultura. Todo punto de más en nuestro saber es una piedra en el muro que nos protege de lo malo, de los vientos destructores de nuestras fortalezas, esos que provocan fisuras en nuestros cimientos a partir de la duda.
La duda, cuando se usa como arma arrojadiza, nos desmorona por dentro.
Cuando te peguen un puñetazo de certezas, te puedes defender con un puñetazo de las tuyas. Cuando no tienes en la recámara argumentos puede hacer lo que quiera contigo el hombre malo, hasta venderte la moto que compras sin saber que no tiene frenos ni retrovisor.
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