x

¿Quieres conocerme mejor? Visita ahora mi nueva web, que incluye todo el contenido de este blog y mucho más:

salvador-navarro.com

jueves, abril 21, 2022

Conspiración

Vivimos asediados por el tufo de la conspiración. Una humareda que se extiende por la sociedad con tal fuerza que una gran parte de la población piensa que estamos siendo engañados, siempre, en todos los asuntos.

—A la prensa le interesa que ya no hablemos del covid —me decía un amigo mientras paseábamos por las playas de Portugal.

—¿Qué prensa? —le pregunté yo—. ¿Se ponen de acuerdo en una cueva siniestra los directores de La Razón, El País y El Mundo para decir que ya se deja de lado el covid?

—Pero, Salva, ¿no ves que ya todo lo ocupa la guerra de Ucrania?

—Porque la guerra de Ucrania es un asunto mayor, gravísimo, y porque, afortunadamente, las vacunas han hecho mucho bien por vaciar las UCI's del covid.

Soy un convencido de la libertad de prensa y de la posibilidad que se nos da por infinitos medios de informarnos, de contrastar, de ir a medios franceses, estadounidenses o de la India, de izquierdas y de derechas, para comprobar cómo se explican las cosas en otros sitios. No podemos dejarnos narcotizar por esa corriente que dice que los ciudadanos somos unos peleles y que nos llevan por donde quieren los poderosos grupos de comunicación.

Sí es cierto que hay un terreno donde me siento más incómodo y no es otro que el monopolio de cierta información de determinadas compañías digitales como Google, Facebook (espero que no borren este texto) o Microsoft. Éstos sí tienen herramientas mucho más peligrosas, más audaces, menos sanas, porque escuchan lo que hablamos, analizan lo que escribimos, investigan nuestros gustos y pueden hacer, si no se legisla de manera ordenada en favor del ciudadano, que a nuestros ojos se nos ofrezca sólo lo que nos interesa ver, hasta el punto de llegar a vivir cada uno de nosotros en el paraíso venenoso de nuestras supuestas convicciones.

Y yo no quiero que nadie decida por mí.

No hay comentarios: