x

¿Quieres conocerme mejor? Visita ahora mi nueva web, que incluye todo el contenido de este blog y mucho más:

salvador-navarro.com

jueves, diciembre 17, 2020

Viejos

Parece que ser viejo incorpora el castigo de no quejarse.

Son muchas las veces en las que me he encontrado con personas mayores, empezando por mi padre antes de morir, que tratan de quitar importancia a sus achaques para no preocuparte.

Aguantan el dolor con cara de circunstancias para protegernos de la muerte, de lo negro, del horror. Están cercanos al precipicio y gesticulan que no está tan alto, que no hay miedo. Disimulan el vértigo para evitar que nos acerquemos y comprobemos la desolación del vacío. De sus vacíos.

No está en ningún lugar escrito que vivir más esté penalizado ni que haya que pedir perdón por cumplir años a partir de determinada edad. No podemos permitirnos ser tan egoístas, pero muchas veces como sociedad lo somos.

Llegarán los días, ojalá, en que seamos menos ágiles, más torpones, achacosos y es casi seguro que, por entonces, diremos que no estamos tan mal. Que no se inquieten. Que sigan sus vidas.

Que no queremos molestar.

Trataremos, entonces, de pasear con calma junto al precipicio haciendo que no lo vemos.

No hay comentarios: