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sábado, diciembre 26, 2020

Espejo

Escribir y que te lean es un gustazo.

Escribir y que aprecien lo que escribes es un honor.

Escribir en la intimidad, y para ti, es un regalo que deberías hacerte de vez en cuando.

Será como ponerte delante de un espejo, con calma, mirarte bien, enderezar la espalda, sonreírte, tomar lápiz y papel y dibujarte. Pintarte a ti. Pintar esa habitación. Tu sonrisa. Los años pasados allí. El día que compraste el espejo. La mirada que una vez cruzaste con ese amor. Esa nariz que no te gusta. Las orejas pequeñas. La tristeza. La alegría de aquel día en la sierra. Tus padres. El dolor. Las risas con aquella amiga.

Escribir es, de tan innecesario, gimnasia para el alma.

No hay que pretender que te lea nadie. Debes de leerte tú. Leer en orden los pensamientos aturullados que se amontonan al hacer la compra, en el sofá, levantando pesas en el gimnasio. Sentarse a solas en un ritual viejo como lo es el hombre. Tratar de dibujar tu interior. Los bisontes de tu día a día.

No es de perezosos escribir, ni de sabelotodos, ni siquiera lo es de gente culta, ni viajada. Escribir es de gente curiosa por saber quién es, cómo es, qué siente.

Escribir, además, es gratuito.

Piensa en algo que te agobie. En algo que te maraville. Sí, esa ciudad del Norte. El día que se te cayó la copa de vino encima. Cómo te cogió la mano. Qué sentiste. Cuánto duró.

Cuéntatelo a ti, pon orden en ese día. Qué pasó después, qué fue de esa persona, trata de describir el sitio, ¿se veía el mar? Intenta viajar a esos años. ¿Cómo vestías? Trata de recordar cómo andabas de dinero, quién vivía en casa, quiénes se preocupaban por ti. ¿Eras más feliz entonces? ¿Qué has ganado con el tiempo desde ese día?

Escríbete que hubo momentos irrepetibles y quizás acabes recordando las promesas que te hiciste. Tal vez cumpliste más sueños de lo que pensabas.

Para un rato. Deja de caminar en redondo y toma un papel. Léete y corrígete. Léete y critícate. Escríbete y conócete. Descubre toda la grandeza que hay en ti.

Que no te digan que es perder el tiempo. No te digas tú a ti que es perder el tiempo. ¿En qué consiste ganarlo?

Píntate en papel frente a un espejo.

Sonríete y descríbete, a ti, esa sonrisa tuya tan particular.


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