Poco importa saber de la importancia de los hidratos de carbono, si no tienes bien organizadas las prioridades en tu cabeza.
Es una cuestión de balanza, pero no de kilos, sino de estímulos.
¿Qué nos hace disfrutar más, un dónut de chocolate a la hora de la merienda o sentirnos bien en nuestro propio cuerpo?
Porque, salvo metabolismos privilegiados, las dos cosas no se pueden tener.
Todo es respetable, porque nada es blanco y negro. Lo que sí es cierto es que una de las claves para mantener un físico sano es la de dar la máxima importancia a esa sensación de sentirse cómodo en el propio cuerpo.
Soy un convencido de que eso se puede trabajar, el coco, ahí está todo, es la máquina de mandos, la que decide esto sí y aquello no. Está en nosotros poner límites, darnos premios, valorar nuestra salud.
Solo por eso es bueno que halaguemos a la gente que se lo curra. A esa persona que sabemos que, pese a un físico desagradecido, curra mucho su disciplina mental para cuidar de su armadura.
Una persona que se cuida suele ser alguien de fiar.
No hay dónut que le gane la batalla a un cuerpo en forma.
No hay comentarios:
Publicar un comentario