Hay quien no se da cuenta de que el reproche es desmotivador.
Que decirte que no la llamas te va a hacer llamarla más, cuando lo que de verdad incentiva es mostrar lo bien que me iría estando a su lado.
Si alguien no se acuerda de mí, no es culpa de nadie, sino que yo no soy lo suficientemente atractivo como persona para que me echen de menos, o porque he fallado demasiadas veces, o porque le aburrí en demasiadas ocasiones, o porque mi conversación no es tan interesante como yo pensaba.
Recuperar a alguien querido no se consigue sino mostrando nuestra mejor cara, no buscando los motivos en el otro.
Tal vez nos venga bien ese olvido.
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