Todas las enfermedades y achaques que tengamos serán aguantadas por la gente que nos quiere. Qué menos que cuidarnos.
Lo que sí tengo claro es que no debemos ser talibanes y permitirnos alegrías de vez en cuando, para que no se nos retuerzan los cuernos.
Así que hay días en los que decimos, ¡hoy, churros!
Pero, eso sí, no puede ser aprisa y corriendo, sin buena compañía, ni con un vaso de agua.
Ya que pecas, ¡peca bien!
No hay comentarios:
Publicar un comentario