Es un hecho que hay más ingenieros que ingenieras, o más médicas o enfermeras que hombres ejerciendo esas profesiones.
Hay más querencia, en general, del hombre por lo tangible, lo material, y de las mujeres por lo humano, lo emocional.
Será por eso que me siento más cómodo entre mujeres, sin tener por ello que renegar de mi masculinidad.
No sé cuánto hay de educativo, de gestos aprendidos, de 'solucionable', imagino que mucho, pero la castración emocional en la que se desprecia lo sensible hace un flaco favor al hombre.
Sé que hay muros que caen y muchos más que caerán, pero mi tiempo pasa rápido y no quiero invertirlo en gente que tienen que beber tres whiskies para decirte lo que sienten.
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