Yo no sé cómo se mide la autenticidad, pero es algo que valoro como primordial.
Gente que es lo que refleja su sonrisa, que reacciona tal como tú lo esperas, que te dice lo que piensa sin herir, y sin mentir, que es coherente con su manera de pensar.
Tal vez esas personas sean menos divertidas, porque se las ve venir, pero llenan la atmósfera de una brisa templada que reconforta.
A mí, de golpe, una persona se me desvanece cuando actúa contradiciendo sus principios, por mucho que yo no los comparta.
No dentro de mucho tiempo nos colocarán cascos con muchos cables para analizar cómo somos. Lucecillas verdes por aquí, otras rojas por allá que no querremos reconocer.
El auténtico es la suma de muchos verdes.
Nadie nunca puede acertar en todo, nadie nunca será bueno a rabiar. Sí ha habido y habrá aquel que siempre sabe estar en su sitio, en ese lugar hacia el que tú miras cuando lo quieres buscar.
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