En este viaje a Roma nos ha aclarado todo tipo de dudas que nos surgían sobre la marcha, llegando a momentos sublimes, como cuando rodeamos el arco de Tito en el Foro Romano.
Entonces nos contó la historia de ese monumento conmemorativo de la victoria de Roma sobre Judea en el primer siglo de nuestra era. Nos invitaba a ver uno de los relieves, en el que se observa cómo expolian Jerusalén y, de entre los tesoros, se llevan uno de sus grandiosos candelabros de siete brazos.
Dicen que los judíos evitan cruzar ese arco, por lo que supone de ultraje hacia sus ancestros.
Cuántos dolores de hoy no tienen que ver con masacres del pasado.
No hay comentarios:
Publicar un comentario