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lunes, mayo 26, 2025

Ser

Uno tiene que ser consciente de lo que quiere ser, aunque nunca lo consiga.

Lo contrario es dar bandazos y andar así, en zigzag, desestabiliza incluso a la mente más privilegiada.

También hay que afirmarse en lo que uno no quiere para sí mismo y rehuirlo con igual determinación.

La coherencia es una virtud infravalorada. La persona que la posee desprende un aroma de seguridad que atrae al más impermeable. 

Quien tiene un rumbo vital definido es difícil que ande solo por el mundo, porque el mundo está necesitado de referentes que marquen el camino.

Conducir

Con tal de no estar pegado al móvil en los tiempos muertos, prefiero conducir.

Cuando terminamos de trabajar y nos vamos a Portugal o a Conil, le pido a Fran ser yo quien conduzca, aunque ese día esté cansado.

Me despeja estar al volante le explico.

Poner música, fijar los ojos en el horizonte y dejarme llevar. 

Si voy de copiloto, me acordaré de una receta que vi en el periódico, querré ver qué tiempo hará el fin de semana, cuántos pasos he hecho cada día de la semana, qué ciudades visitaremos en verano, cómo está el euribor, cuándo será nuestro concierto de Pet Shop Boys, que día habíamos quedado con Elisa, si hay sitio en el restaurante de las coquinas, cuándo nació Madonna, cuántos habitantes tiene Estepona y cómo son las plantas de las que sale el aguacate.

Prefiero conducir.

Timo

Hay amigos de la adolescencia a los que veo media vida después y a los que me entran ganas de decirles 'a ti te han timado'. Pero no debo.

Tienen que ser ellos, o ellas, quienes me suelten que no pueden más, que esa persona con la que decidieron unir sus vidas no es, ni por asomo, aquella que un día le llenó el corazón.

Todos cambiamos. No hay duda. Todos tenemos derecho a flaquear, a no responder a las expectativas, a venirnos abajo, a no saber tirar del carro. Todos, sin excepción.

El problema es cuando te conviertes en un ser diferente a aquel que fuiste y pretendes que todo siga igual, sin importarte que aquella persona que se entregó a ti deba seguir enamorada de un desconocido.

Cotilla

Por su cumple, le hemos regalado a mi hermana Raquel un viaje a Roma.

Loca siempre por viajar, lleva años repitiendo que no conoce esa ciudad. Así que nos guardamos la sorpresa para un fin de semana que pasamos en Portugal.

Tenemos que contarte algo le dije, y Fran no me dejó seguir hablando.

Cierto, habíamos quedado en que se lo soltaríamos en uno de nuestros sitios favoritos para cenar, un local en el que nos encontramos como en casa, tiene música en directo y la noticia iba a sonar mejor.

Llegada esa noche Raquel quiso saber qué era eso que nos traíamos entre manos.

Que nos vamos a Roma por tu cumpleaños.

Fran me volvió a reñir. Tampoco podía dar esa información. Debíamos hablarle de un viaje pero no especificarle el destino.

Soy un revienta-sorpresas, porque nunca sé qué, cuándo y cómo tengo que contar las cosas. 

Se escapa el niño impaciente que hay en mí.


Placer

En sus primeros discursos, el recién estrenado León XIV no tardó en señalar al placer como enemigo del alma.

Sí, nombraba otras cuestiones con las que puedo estar de acuerdo: el dinero, el poder... 

El placer, que habita tanto en una onza de chocolate como en una carcajada con los amigos, convertido en objeto prohibido de tentación. Como si disfrutar fuera un pecado. Esa es una de las características que menos me atrae del catolicismo, su condena del deleite.

De pequeños deberían ofrecernos un catálogo con todas las religiones: "pulsa la tecla C para catolicismo, I para el islam, B para el budismo. Pulsa Z si no te apetece ninguna".

¡Qué barbaridad! Dirán que un niño no está preparado para elegir. Si no tiene capacidad de decidir ¿por qué sembramos en él una fe que nunca pidió?

Yo pulsaría la Z, sin duda. Pero si esa tecla se escacharrase me iría a por la B, donde —dicen— basta con amar de verdad.

Prado

Carmen y Chema nos habían preparado una sorpresa para el finde, y no sabíamos lo que se venía.

Nosotros poníamos el coche, los recogíamos el viernes tras salir de trabajar y ellos nos indicaban la dirección.

Acabamos en un hotel rural precioso en Prado del Rey, el pueblo de Carmen, justo donde nace la sierra de Cádiz. Un paisaje de colinas que se van haciendo montañas de infinitos colores verdes.

Allí se saludan todos. En la panadería echas un rato para comprar el pan; en la confitería, otro tanto para hacerte con una palmera de chocolate. En la calle te detienes a cada momento, sin prisas. Dices 'hola' a todo el que te cruzas. Te miran a los ojos, se interesan por saber quién eres.

Hoy, al despertarme para trabajar, sentí que venía de un cuento de papeles de cartón.

Arrepentimientos

La mejor forma de evitar arrepentimientos por no haber experimentado aquello que te apetecía es hacerlo cuando la oportunidad se presente.

Siempre es mejor equivocarse que no haberlo intentado. Los qué habría sido si... se vuelven dolorosos con los años, cuando descubres que ya no hay forma de dar marcha atrás.

Encontrar excusas en el día a día para no lanzarse es fácil. No hay que ser un hacha para encontrar argumentos que te hagan decir que no. Lo complicado es ver que la rutina, disfrazada de falsa calma, no te cuida: te paraliza.


miércoles, mayo 21, 2025

Soledad

Hay mucha soledad.

Solo hace falta vivir con los ojos abiertos para comprobarlo.

Tendemos a relacionar esa maldita palabra con la vejez, cuando hay personas de apariencia exitosa que no tienen un teléfono al que llamar para tomar una cerveza por el puro placer de charlar.

Si la gente fuera consciente, desde la más tierna infancia, de lo reconfortante que es entretejer un amplio círculo social estable alrededor, la sociedad sería más libre.

Más libre para equivocarse, para pedir ayuda, para no fingir.

No hay mayor antídoto contra la tristeza que saber que alguien, en algún rincón, piensa en ti sin que se lo recuerdes.

Mosquitos

Los que tenemos vida propia tenemos que padecer a quienes no la tienen.

No porque nos creamos mejores, sino porque ellos necesitan demostrarnos que estamos lejos de serlo.

Te vigilan, te juzgan, te cuestionan cada paso. Les molesta tu entusiasmo, tu paz, tu modo de no depender.

Y uno, que solo quiere vivir con intensidad los propios proyectos, acaba por defenderse de ataques que no vio venir.

Son como mosquitos en verano: no te matan, pero te quitan el sueño.

Dientes

El mismo día leí dos noticias contradictorias. En la primera, una dentista decía que enjuagarse la boca tras cepillarse era tirar por el desagüe todos los beneficios de la pasta dental. En la segunda, un experto en nutrición afirmaba que uno de los mayores venenos para nuestro cuerpo es precisamente esa pasta.

Ahí me quedé, con la boca abierta y llena de espuma, sin saber si escupir, tragar o salir corriendo.

Cada día hay un nuevo dogma, una nueva alarma, un nuevo gurú que viene a decirte que lo que hacías hasta ahora, con toda tu buena intención, te estaba matando lentamente.

Uno, que solo quería tener los dientes limpios y vivir un poco más, se pregunta: ¿en qué momento la vida empezó a parecerse tanto a una yincana de contradicciones?

Lo peor es que mañana seguro que leo que el verdadero problema era el cepillo.

Gaza

Sería absurdo pensar que si tú me criticas, estás atacando a todos los sevillanos.

Y, sin embargo, eso es lo que está ocurriendo con la matanza en Gaza: si uno condena las barbaridades que está liderando Netanyahu, le acusan de antisemita.

No es una cuestión de derechas o izquierdas. Es una cuestión de humanidad.

Es insoportable ver, a través de los móviles de los propios palestinos, cómo están masacrando a niños. Cómo los dejan morir de hambre.

Hamás cometió un atentado execrable. Pero el gobierno israelí, con su respuesta desproporcionada, está traicionando el sufrimiento histórico de su pueblo.

¡Basta ya!

Confianza

Porque tengo confianza en ti, me puedo permitir preguntarte esto.

Es una frase que uso a menudo, la uso de corazón y me funciona. 

Desconozco tantas cosas, tengo dudas sobre tantas otras, que necesito recurrir a personas de mi entorno para consultarles acerca de lo divino y lo humano.

Así que yo me doy la entradilla, para derribar muros, y lanzo la cuestión.

Probadlo.

martes, mayo 20, 2025

Arrachera

A mí me destinaron, de un día para otro, a una ciudad en medio del desierto del norte de México: Torreón.

Un problema gordo de calidad había provocado una crisis en mi empresa y me sentía orgulloso de que hubiesen pensado en mí para acudir a resolverlo.

Me destinaron allí 4 meses y no pensé que pudiera gustarme tanto México. No tanto la ciudad, que no era bonita, sino la gente. Desde entonces, no me canso de repetir que no he conocido pueblo más acogedor que el mexicano.

Sin conocer a nadie, me iba cada noche a un restaurante montado en un edificio cuadrado de cristales, donde me servían una cerveza Modelo helada y una carne riquísima, a la que llamaban "arrachera".

Aun a día de hoy, veinte años después, cuando voy a un sitio de brasas y me preguntan, "¿qué corte prefieres?", yo pregunto, con toda la inocencia de quien recuerda los días felices en Torreón:

¿Saben lo que es la arrachera?

lunes, mayo 19, 2025

Percha

—Fran, ¿qué me pongo para la cena?

—Voy a la percha, cierro los ojos, cojo lo primero que encuentre, te lo tiro encima y ya estás impresionante.

Convivir con una persona que te trata así es pura alegría de vivir. Compartir la existencia con quien está siempre por la labor de ver lo bonito que hay en ti es todo un lujo.

Son cuatro o cinco veces al día las que me dice:

—No he visto una cosa mejor hecha ¡en mi vida!

Qué más da si soy así o asá si tengo a Fran a mi lado.

Pasado

Despertaba con placidez el domingo sin despertador y conseguía entrelazar imágenes de mis sueños, en los que corría, entre risas, por la orilla de la playa de mi infancia, perseguido por mis amigos. No me podían pillar.

Antes de abrir los ojos, viajé, ya consciente, a esos tiempos de sol y luz.

Sí, descubrí que había risas de dolerme la barriga que ya no aparecen en mi presente, como también había mucho miedo a ser desplazado por mi pandilla, a esa nariz tan grande que no paraba de crecer, a no saber qué estudiar, a perder a mi madre. Miedo al despertar sexual. Miedo al mundo.

No me cambio por ese chaval que fui. Ahora las risas son otras. Menos dependientes de los otros, más elaboradas por mí.

sábado, mayo 17, 2025

Positiva

Mi trabajo me gusta tanto como me frustra.

Este desagrado se debe no tanto a la  necesaria presión por obtener resultados, sino a la manera en que se maneja la gente para conseguirlos, a partir de malos modos que destruyen lo hermoso que puede encontrarse en colaborar en equipo para conseguir las metas que nos proponen.

No hace mucho, una de las personas que más hace por complicarme la existencia me reconocía:

Lo que más aprecio de ti es tu espíritu positivo, Salva.

A estas alturas de mi vida le respondí, tras agradecerle el comentario—, no pretendo cambiar.

Pese a que haya días en los que apetezca dar rienda suelta al descorazonado trabajador que hay en mí.

Galerías

Suscrito a todas las galerías de arte que hay en Sevilla, por el puro placer de acudir a conocer cada propuesta. Sin embargo, cada vez que se abre un nuevo espacio expositivo me planteo: ¿hay pinturas para tanta pared?

¡Claro que hay!

Siempre habrá más cultura que espacios para llenarse de ella.

El límite no está en la creación, sino en la capacidad de la ciudadanía para disfrutarla. Si leyésemos más, si quisiéramos ser provocados más veces por creadores, si buscáramos más cine, más teatro... siempre habría una obra para darnos satisfacción.

El límite lo pone la demanda, la falta de demanda. Las otras prioridades menos conectadas con lo que somos.

Sí, sueño con más centros culturales que me hagan pensar y menos mega-centros comerciales que me hagan gastar en lo que no necesito y acabo comprando.


jueves, mayo 15, 2025

Hasta

Cuando empecé a currar y me metí en la compra de mi piso, lo tenía crudo para llegar a final de mes. Así que me decidí a alquilar una habitación a estudiantes extranjeros.

El primero que llegó, Matías, era alemán. Un tiarraco simpático con el que era muy fácil convivir.

Yo le corregía su español básico sin agobiarlo y en pequeñas dosis, pero había expresiones tan simpáticas que prefería no decir nada.

Cómo veía que yo saludaba con un "buenas" cuando llegaba a casa, él decidió reducir a un "hasta" el "hasta luego" de despedida.

Ahora tengo en mi equipo a un César, un joven ingeniero brasileño que habla un español casi perfecto, pero que tras cada reunión semanal, me dice adiós con un:

—¡Hasta, Salva!

—¡Hasta, César!

Sigue presente la sombra de Matías, en esa tierna época de mi vida en que me estaba haciendo un hombre.

Mújica

La muerte de Pepe Mújica me ha producido un desamparo similar al que sentí cuando nos dejaron José Saramago o José Luis Sampedro, ángeles que te hacen creer en que otra humanidad sería posible si los escucháramos con más atención.

Uno de los razonamientos que más me afectó de entre los muchos que le escuché a ese humilde señor tenía con ver con su canto a la austeridad, en cómo vendemos nuestro tiempo para ganar dinero y cuánta de esa plata la gastamos en productos que no necesitamos.

Regalar ese tiempo es perder libertad.

Hemos construido una sociedad terriblemente consumista, yo me incluyo, en la que se ha priorizado todo aquello que se puede comprar frente al disfrute sencillo de la charla, la reflexión, el paseo y la caricia.

lunes, mayo 12, 2025

Desconfianza

Nos malea la gente mala. Una pena que sea así.

Como a cualquiera que se mueva en redes sociales, estoy acostumbrado a recibir peticiones de amistad. Hay veces en las que me llevo la alegría de que es un nuevo lector que quiere compartir su experiencia tras leer alguna de mis novelas. 

Hay otras, las más, en las que la recién aceptada "amistad" acaba proponiéndome un préstamo, o me envía fotos pornográficas, o se lanza a pedirme una cita.

Entonces te dedicas a bloquear, a no aceptar a nadie desconocido y a impedirme el placer de charlar con ese lector que solo quería conversar conmigo. 

Infantil

Estaba tan bloqueado con un tema técnico en el trabajo, que decidí recurrir a la inteligencia artificial para que me despejara las ideas. Le comenté en qué consistía el problema, complejo, en el que entraba en juego el par de apriete de la cabeza de una biela de un motor GPL.

Una vez que terminé de comentarle mis dudas, el Chat GPT me soltó un rollo tremebundo que me hizo despistarme más todavía.

Entonces le pedí que me lo explicase de forma simple, como si se lo narrase a un niño:

"Salva, érase una vez un motorcito al que querían atornillarle una maravillosa bielecita de colores..."

Será inteligente, pero también bobalicona.

domingo, mayo 11, 2025

Europa

La llegada del euro coincidió con mi traslado a Francia. 

De la máquina del café de Rueil-Malmaison, donde trabajaba, recogía las monedas con espíritu de coleccionista. Comentaba con mis compañeros de qué país era cada una de ellas y monté con espíritu infantil, en mi casa parisina, una estantería donde las coleccionaba. 

Me falta la de dos céntimos de Malta y la de 2 euros de Luxemburgo les decía, entre miradas de no entender de dónde había salido ese españolito tan entusiasta.

Lo hacía con los pulmones abiertos por lo mucho que suponía para mí avanzar en paralelo con Europa en esa operación de abrir fronteras, de compartir espacios, de internacionalizar soluciones.

Me hizo sentirme mucho menos extranjero en Francia.

Hoy se defiende por todo el continente el éxito que ha supuesto estar unidos. Ochenta años sin guerras dentro de la Comunidad Europea, el mayor período de paz de nuestra historia.

Una unión voluntaria de países que, con todos sus defectos, defienden derechos y valores comunes.

No somos conscientes de que vivimos en el mejor de los mundos posibles. No debemos permitir que los agoreros nos lleven de nuevo al tiempo de las cavernas.

sábado, mayo 10, 2025

Miedo

No se puede vivir con miedo.

Lo que tenga que venir, vendrá. La vida no es sencilla. Pero temerlo, lo malo, es una forma de acelerar su llegada, de integrar en nuestro presente situaciones desagradables que están lejos de estar aquí y ahora.

No es un terreno sencillo de trabajar, el tener la cabeza despejada de tormentas interiores. Lo que sí es más fácil de entender es que todo lo que hagamos por concentrarnos en aquello que nos gusta de nuestro mundo es espacio que quitamos a los infiernos que no existen.

Asceta

Yo bien podría haber nacido asceta.

Pese a lo buen vividor que soy, lo mucho que me gusta la calle, organizar cenas en casa o viajar acompañado, en cuanto me retiro un tiempo a solas me doy cuenta de lo poco que necesito para disfrutar de la vida.

Una cama, un buen libro y cuatro imprescindibles en la nevera. Poder pasear, hacer algo de estiramiento y darme tiempo para cocinar.

De haber vivido otros tiempos, tal vez hubiera elegido ser monje, no por creencias religiosas, sino por disfrutar del silencio y mi mundo interior.

Conocer a Fran es lo mejor que me ha pasado.

jueves, mayo 08, 2025

Papa

Pese a que no crea en Dios y me sienta muy lejos de esos 133 hombres vestidos de rojo, he de confesar mi fascinación por todo lo que rodea el cónclave.

Pienso que hay dos factores que lo explican: la exquisita liturgia elaborada durante dos mil años, que nos lleva a viajar en el tiempo, y la base espiritual que impregna todo, el sentido de la vida y de la muerte, por mucho que no comulgue con la existencia del Espíritu Santo.

Sé que me separa un mundo de esos señores, solo señores, de sus discursos y su mentalidad; pero aún tengo más claro que es importante que surja un Papa que no tire por la borda los pasos dados por Francisco, escasos, pero necesarios, por la gran influencia que tienen sobre una parte importante de la sociedad, que escucha lo que dicen y cómo lo dicen.

miércoles, mayo 07, 2025

Herederos

He visto pasar tantos imprescindibles por mi empresa que no sé cómo puede quedar aún gente que crea que va a heredarla.

Viven por y para ella, echan 12 horas diarias, no se despegan del correo en todo el fin de semana, te bombardean a mensajes en cualquier momento del día, no tienen tema de conversación que escape del negocio. Se alimentan de sentirse necesarios. De creer que sin ellos todo se vendría abajo.

El otro día me hablaban de alguien a quien despidieron y que casaba al pie de la letra con esa definición de imprescindible. Él se veía así.

Al día siguiente de que lo echasen, deprimido en su casa, sin despertador que sonase, se decía "no sé hacer otra cosa, ni tengo a quién recurrir".

Dresde

Me contaban que en Alemania los chistes se ceban con la gente de Dresde.

Esta ciudad del Este, con una orografía que la hace estar en una hondonada, estuvo especialmente incomunicada durante el largo periodo comunista. En el resto de la Alemania Oriental se las apañaban para apuntar con las antenas de televisión de manera que captaban señales del otro lado del telón de acero, pero en Dresde esas ondas no llegaban. Vivían en su mundo feliz de no tener que ver anuncios de Coca-Cola ni comprobar lo que era el transcurrir de la historia sin otra versión que la ordenada desde Moscú.

El ser humano necesita de la información para ser libre. Todo lo demás es anestesiar la capacidad de decidir.


domingo, mayo 04, 2025

Murphy

Se nos cae la tostada con la mantequilla hacia abajo y pensamos en la ley de Murphy. ¡Así nos trata la vida!, nos decimos.

Esa ley la inventó quien creyó que en la vida todo sale bien a la primera.

De hecho, no apreciamos cuando las cosas ruedan bien, lo damos por supuesto. Solo nos alertamos cuando nos damos el tropezón y olvidamos cuántas veces la vida fluyó bien.

Cuando te equivoques al tomar una decisión, piensa cuántas veces sí acertaste.

Papel

Nuestros días son tan diferentes, hay tanto viaje y bamboleo, que hay episodios relacionados con la cotidianeidad que me hacen mucho bien.

Coger el coche e ir a comprar los básicos de una familia que se quiere.

Hablarse de quién preparará la cena del día siguiente o si es necesario comprar nuevas sartenes.

Ese ir entre los pasillos con el carrito y escuchar a Fran por detrás decirme:

Borete, busca papel de cocina.

Un cosquilleo de placer recorre mi cabeza de sentirme tan protegido.

sábado, mayo 03, 2025

Extramuros

La visita a San Pablo Extramuros fue una excursión soleada de domingo que disfrutamos los tres: Fran, Iván y yo.

Tenía yo ganas de conocer una pirámide que se hizo un noble romano, Cayo Cestio, a la moda egipcia unos pocos años antes de Cristo. Me parecía tan presuntuoso que no quería dejar Roma sin verla. Luego llegamos al Circo Máximo, un espacio enorme donde las hierbas se alzan por entre las piedras de lo que debió ser espectacular presenciar las cuádrigas y juegos de atletismo.

Por fin, gracias al metro, llegamos a una de las cuatro basílicas mayores de la ciudad, la única fuera del antiguo recinto amurallado. Antiquísima. Era tan inmensa que nadie nos vio entrar a pesar de estar celebrándose la misa dominical. Inundada de cientos de curas bajo el altar, nos quedamos sublimados por la belleza del espacio, donde lo bizantino se hacía fuerte.

Narcotizados por la música, pude ver que alrededor de todo el perímetro interior hay rosetones con las figuras de los papas, desde San Pedro hasta Francisco, que quedaba iluminado por un foco. Me sorprendió que ya no hubiera espacio para ningún otro retrato.

¿Seguirá iluminado el retrato de Francisco o ya apagaron su luz? ¿Dónde meterán al que está por llegar?

Tengo que volver a Roma.

viernes, mayo 02, 2025

Moros y sudacas

Una persona también se significa por su vocabulario y la que habla de moros y sudacas tiene todos los ingredientes para no ser bienvenida por mí.

Hay tal desprecio en el uso de esos apelativos que no hay justificación posible para la defensa, por mucho que se argumente que el término 'moro' es una denominación histórica de los pueblos árabes del norte de África.

Todos sabemos que, a día de hoy, esa palabra es peyorativa, porque los usos sociales así lo han refrendado.

Referirse a un ser humano con desprecio es posicionarse en un lugar del que yo quiero estar lejos.

Felicidad

Es una ecuación compleja la de la felicidad, porque uno de los factores que la sublima es el hecho de ser consciente de ella.

No es lo mismo disfrutar de un helado, que disfrutar del helado y del hecho en sí de disfrutarlo.

Ocurre con los perros cuando los ves corretear por la playa: son felices sin saber que lo son.

El saberlo, distinguir esos momentos, potencia el placer de sentirse bien en tus huesos.

Veo muchas situaciones en las que una determinada persona está entregada a una pasión, pero no se permite el lujo de recordárselo a sí misma. Ocurre incluso en asuntos laborales, familiares, cotidianos. Momentos en que me gustaría para el reloj, zamarrear a quien tengo al lado y decirle: "esto es la vida, la estás disfrutando y no te paras de quejar".

La ecuación es tan rara que incluso puedes ser feliz... con la felicidad de los otros.

jueves, mayo 01, 2025

Apagón

Siendo una semana más corta y para atemperar un poco el estrés de mi nuevo cargo, decidí teletrabajar estos días en Portugal, así que el domingo no me volví para Sevilla con Fran.

El apagón en el Algarve fue especialmente virulento, porque perdimos rápidamente la conexión a internet y, con ello, la capacidad de saber qué estaba pasando.

Sin conocer la dimensión de la crisis, practiqué el estoicismo de trabajar hasta que mi ordenador acabó la batería, mientras observaba como la del móvil no paraba de bajar sin posibilidad de hablar con nadie. No tenía un coche donde enchufar el teléfono o escuchar la radio.

Decidí hacerme una ensalada de alubias, busqué mi ebook y me puse a releer 'Crimenes imaginarios' de Patricia Highsmith, porque no dudaba de la llegada de mi ángel redentor.

A eso de las siete de la tarde sonó la cerradura.

El amor también es esto.