x

¿Quieres conocerme mejor? Visita ahora mi nueva web, que incluye todo el contenido de este blog y mucho más:

salvador-navarro.com

jueves, octubre 20, 2022

Autoridad

Era un niño muy pequeño de estatura, con un parche en uno de los cristales de mis gafas, que vivía feliz, porque tuve la suerte de nacer con una fuerza interior que actuaba como repelente de los malos de la clase.

Tenía todas las papeletas para ser el hazmerreír, bizco, con patitas de gorrión, introvertido. Por entonces no sé si supe analizar la situación, solo soy consciente de que me acoplé una armadura invisible que me hacía evitar cualquier chanza sobre mí. A pesar del ojo tapado, debía de tener una mirada aterradora con tan pocos años.

Es más, mi debilidad la convertí en fortaleza y los grandes me protegían. Echo la vista atrás de esos años de entonces y me siento un chaval terriblemente cuidado por sus compañeros de clase.

Es una consigna de vida que he mantenido hasta el día de hoy, que nadie me falte al respeto. En muy contadas ocasiones se ha roto la magia.

Cuando leo noticias en el periódico de niños que sufren bullying, me gustaría acercarme a su cole y decirles que no se arredren, que no muestren sus miedos ni debilidad, que no den un paso atrás, aunque, en el fondo, sé que no todos nacieron con mi armadura invisible ni esa mirada de un solo ojo que quitaba la fuerza a los de siempre.

No hay comentarios: