Cuando el maitre vino a tomar nota le pedimos primero el vino.
-Un Carmelo Rodero, por favor.
-¿Un Carmelo qué?
Hay determinados momentos, en el ámbito profesional, en los que no se debe fallar, porque haciéndolo pierdes la confianza del otro. Tú no tienes por qué conocer el Carmelo Rodero, el maitre de un restaurante de postín, sí.
A mí me ocurre en mi trabajo. En la industria del automóvil hay mil y una siglas: GMF, UCM, DSTR, RO, TPM, DSTAR, SSAR... Yo no me puedo permitir no saber qué significan, porque tiro por tierra mi credibilidad en mi puesto. Siempre hay quien tiene los colmillos afilados esperando cogerte en un renuncio.
Así que cuando alguien lanza un:
—Salva, averigua el RW2 que tienen las fábricas de Sudamérica.
Yo, que no tengo ni idea de lo que es el RW2, respondo:
—En cuanto lo tenga te lo paso.
Es entonces cuando tiro de la gente que me quiere o de mis dotes de investigador para conseguir el RW2 de Sudamérica.
En el ámbito profesional hay que andarse con pies de plomo, porque no estás rodeado de amigos sino de compañeros. Muchos te aprecian, pero otros aprecian tu puesto.
Sí, la vida es dura, pero si quieres que en el trabajo te vaya bien hay que saber que no se pueden mostrar, a menudo, debilidades.
Porque te comen con patatas.
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