Hay quienes saben de todo, opinan con pretendido criterio y sermonean acerca del tema que se les ponga por delante, poco importa si hablamos de los invernaderos de Almería o del gobierno de Costa Rica.
Decir 'no lo sé' es iluminar una conversación, dar espacio a la escucha, abrir el corazón al aprendizaje.
Admitir que no dominamos un tema, o que ni siquiera nos suena, es un síntoma de fortaleza personal. Hacer lo contrario, soltar discursos sostenidos en patas de barro, es arriesgarse a perder la credibilidad incluso con uno mismo.
Me apasiona deleitarme con la sabiduría de quien conoce.
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