Incluso cuando se hace para superar un complejo o por conseguir alguna meta, no es sano aparentar ser lo que no eres. Con el tiempo puedes llegar a creer que te has transformado, pero vives en una cuerda floja.
Impostar es algo muy diferente de progresar, puedes ir educando sonidos, posturas, reflejos o inercias que te pueden hacer mejorar la imagen, pero montar una vida en torno a lo que tú querrías ser es engañarte a ti mismo.
Se me vienen a la cabeza personas cercanas que son así. Impostadas.
-¡Jojojo!
Fuerzan risas de Papá Noël y tienen las bases de arenilla, frágiles ante el mínimo vendaval.
En muchas ocasiones no son sino víctimas de esta sociedad perfeccionista que sólo admira a personajes fuertes, sin saber que nuestra fortaleza no está sino en mostrarnos como realmente somos.
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