Acumular pisos para vivir con tranquilidad.
Esa espiral lleva a que, al ser una opción apetitosa para ganar capital, el precio de los alojamientos suba, con lo cual más atractivo se hace meter los ahorros ahí.
Nadie es un villano por hacerse con más propiedades, villano es el sistema que lo hace apetitoso.
¡Hay que romper esa dinámica!
Porque el que realmente necesita un sitio para vivir se encuentra en un mercado hiperventilado por la ambición de gente que no los necesita.
Nosotros tenemos un piso en Sevilla y un apartamento en Conil. Estaría más que de acuerdo en que me subieran los impuestos por la segunda vivienda. Y que me frieran a impuestos si me comprara una tercera. Y me metieran más caña por una posible cuarta. ¡No digo ya a partir de diez, de veinte o de cien!
Me parece lógico que quien tenga dinero lo quiera mover para que no se lo coma la inflación, pero que lo hagan con un elemento de primera necesidad es condenar a muchos compatriotas a vivir en la miseria.
¡Compren oro!
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