Ni siquiera eso: ha dado libertad a los suyos para asesinar sin mayor prueba que su palabra —lo que es igual a menos cero— a presuntos delincuentes en supuestas narcolanchas que no tienen derecho a defenderse.
¿Hacia eso vamos? ¿Quieren naturalizar el crimen de estado? ¿Anestesiarnos ante las barbaridades cometidas por el abuso de poder?
Si se equivocan, serán daños colaterales. Si aciertan, se habrán desecho de personas que tienen derecho, qué menos, a una defensa.
Estamos en los tiempos de los matones y mejor no destacar: te aporrean.
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