Una de mis más fieles lectoras, pacense, madre de hijos ya grandes, compartía conmigo la alegría de haber pasado las pruebas de acceso a la universidad.
Me anexaba un pantallazo con el resultado de los exámenes.
Era un viernes tarde que se volvió aún más soleado.
Por ella, por su sueño cumplido, por querer contármelo a mí.
No hay comentarios:
Publicar un comentario