Escuchaba el otro día una teoría que compré al instante.
Al nacer, nos dan un humano del que cuidar.
Tenemos que protegerlo, que orientarlo, que cuidarlo, porque está en nosotros darle una existencia de calidad.
Nacemos con esa responsabilidad y no tenemos otra, solo esa criatura con la que vamos a crecer. Tenemos que dar lo mejor de nosotros mismos para que sea feliz y sufra lo menos posible, debemos darle un marco emocional en el que se sienta acompañado, estamos obligados a cuidar de su salud física y mental.
Es nuestro humano, ése que vemos cuando miramos al espejo.
Todo lo que tenemos es a él.
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