—¿Es usted Salvador Navarro?
Días antes mi banco me había avisado de que habían 'hackeado' mi tarjeta y pedí una nueva. Pensé que sería eso.
—Tengo una carta certificada para usted.
Le pregunté cómo podía hacer para recibirla. Con tono desagradable me respondió que ya había ido dos veces a mi domicilio y que nunca estaba allí.
—Perdone, caballero, a esas horas no estoy en mi casa porque tengo la mala costumbre de trabajar.
No hay comentarios:
Publicar un comentario