En Portugal los grandes supermercados están abiertos todos los días.
En Madrid, las tiendas de Gran Vía no cierran los domingos.
Esto genera empleo, sin duda. Tener más horas abiertos los negocios implica más personal rotando durante la semana.
Hay mucho paro todavía, gente con ganas de currar sin importar horarios ni festivos. El cliente, además, puede ir a por los ingredientes de una crema de verduras el día que se le antoje o vestirse de fiesta un domingo por la mañana.
Lo que no sé es hasta qué punto necesitamos tener todo a nuestra disposición en todo momento.
Siempre alguien a nuestro servicio atento a nuestros antojos.
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