Respondía con tal seguridad que, como mínimo, daba autenticidad a su posición.
-Prefiero entregar mi cuerpo, mi sexo, por Internet.
Esa actriz porto no estaba andándose por las ramas, sino que tenía los pies bien sobre la tierra cuando respondía al periodista.
¿Hasta qué punto no criticamos las esclavitudes de los otros sin ver nuestras penitencias?
No hay comentarios:
Publicar un comentario