Es lícito criticar a Rusia o Israel por las masacres cometidas. No es justo criticar a un ruso o a un israelí por serlo, porque nadie elige dónde nace ni qué barrabasadas se cometerán en su nombre.
Cuando miramos a la persona individual hay que pronunciarse en función de sus actos, concretos, por su palabra y su posicionamiento en el mundo.
No son pocas las gentes que han sufrido en sus carnes por tener el pasaporte que tenían.
Vista la evolución humana hacia los infiernos, liderada por ineptos, un día la ultraderecha, mucho me temo, gobernará nuestro país. No permitiré que nadie me llame fascista, bastante tendré con plantarles cara.
No hay comentarios:
Publicar un comentario