Hay personas que tienen la cabeza bien amueblada, a las que normalmente les va bien en la vida, que tienen una visión muy particular del dinero.
Digamos que aman lo que tocan, y si sueltan pasta es para tener algo material a cambio, aunque derrochen en la compra de aparatos que no sirven para nada en Amazon. Pero tienen algo, físico, que les ocupa un lugar en la casa.
Son aquéllos que no entienden que te lo puedas gastar en una cena, un viaje o un cine. Que cuando lo dedican a algo que no se puede guardar se ponen malos. Es tirarlo a la basura. Hacerlo desaparecer.
Imagino que en su mente está muy asociado el esfuerzo al dinero, y ya que cuesta tanto ganarlo no se puede perder sin recibir algo a cambio.
En el fondo, son personas que ven la vida con ojos simples, que no entienden que lo material no irá con ellos a la tumba, que nunca soñarás con el aspirador último modelo dentro de 20 años, pero sí te acordarás de esa película que viste con tu amor de entonces antes de invitarlo a cenar.
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