x

¿Quieres conocerme mejor? Visita ahora mi nueva web, que incluye todo el contenido de este blog y mucho más:

salvador-navarro.com

viernes, febrero 05, 2021

Perdón

Cuando se perdona, se perdona.

No valen perdones de boquilla. 

Uno no cuelga en el ropero una camisa con una mancha que ya no puede quitar. Porque no se la va a poner. Pero ha tenido que poner detergente en la lavadora si realmente quería dejarla limpia.

Al decidir pasar página hay que hacerlo de verdad, con el esfuerzo que requiere asumir que en el futuro no vas a tirar del repertorio de traiciones sufridas para defenderte.

Perdonar es un acto de grandeza si se hace de verdad. Es un ejercicio que, sin implicar olvido, es más sano para el que lo ejecuta que para el supuesto beneficiado.

Al exculpar a alguien estamos indultándonos nosotros, porque hacerlo implica mirar muy dentro y ver que nosotros también fuimos puñeteros, rencorosos, impertinentes y traicioneros. Excusas con generosidad al otro también porque conoces tus propias fragilidades.

Yo trato de perdonarlo todo, de corazón, salvo la maldad. 

A esa mancha no le echo detergente.

No hay comentarios: