x

¿Quieres conocerme mejor? Visita ahora mi nueva web, que incluye todo el contenido de este blog y mucho más:

salvador-navarro.com

martes, octubre 06, 2020

Palabra

No entendí bien la expresión 'retribución no remunerada' hasta que un día, hará quince años, me dijo la que era mi jefa:

—Salva, estoy encantada contigo.

Trabajamos por dinero, nada más cierto, pero echamos tantas horas en el trabajo que nuestras vidas se entremezclan de cifras y objetivos que no tendrían nada que ver con nuestro bienestar personal.

Un día, yendo de un lado a otro de la fábrica, se me acercó uno de mi equipo.

—Salva, le he contado a mi mujer y a mis padres todo lo que me dijiste el otro día.

Me lo decía con emoción, cuando yo simplemente le había expresado lo satisfecho que estaba con su trabajo.

No hay que hacerlo con todos, ni mucho menos, porque hay gente que no hace el esfuerzo necesario por crear un ambiente bueno en el trabajo, ni se motiva con los objetivos de equipo, ni te saluda con alegría cada mañana, ni se preocupa por empujar como los demás.

Pero cuando la persona aparece, cuando ese compañero de trabajo aporta profesionalidad y solidaridad a diario, no debemos regatear el elogio.

No hay mejor recompensa hacia el otro que mostrarle satisfacción sincera con su trabajo. No de forma sutil, sino con todas sus palabras.

Nos hace crecer a los dos.


No hay comentarios: