Mis amigos, en cambio, son, en general, de izquierdas, mucho más afines a mí. Los he elegido yo. No porque les haya pedido un carnet para afianzar la amistad, sino porque las cosas funcionan así.
La gente se busca de forma natural.
A una persona sí la define su tendencia política, no nos engañemos. Pero también la define su sentido de la lealtad, su grado de empatía, sus ganas, o no, de comerse el mundo, su capacidad de amar, su espíritu combativo, su humor, su percepción de la realidad.
Asistimos a tiempos convulsos en los que no puedes hablar de política sin dar gritos, cuando la política es un tema central de nuestra sociedad, que está en la base de la democracia que muchos, cada vez más, quieren liquidar.
No nos permitamos odiarnos.
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