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salvador-navarro.com

lunes, julio 26, 2010

Verano

Tirado en la arena estos primeros días de vacaciones, vienen frecuentes las imágenes de playas pasadas, calores similares.

Hubo un tiempo de mi pasado en que huí de los días largos de arena, mar y chiringuitos; recorriendo Europa, visitando España o manteniendo el campamento base de Sevilla con escapadas puntuales.

Venir durante un largo período de tiempo al dolce far niente playero es volver a la infancia, al descubrimiento de la amistad, del amor, del sexo...

Sé que pertenezco al selecto club de los privilegiados que tuvimos una niñez feliz, con veranos de tres meses eternos junto al mar.

Esos tiempos de sol que aprovechábamos para hacer pandilla y descubrir el mundo.

De entonces tengo recuerdos de grandes siestas, de pasar las mañanas leyendo el periódico y comenzar a leer a los clásicos de mis años juveniles, Delibes, los Cinco o esa gran batalla de Trafalgar de Galdós.

Era vida familiar, en que se descubrían de los padres y hermanos facetas impensables en las épocas de ciudad, cuando los ritmos y horarios constreñían el desenvolvimiento en total libertad.

Volver al verano es recuperar la inocencia, sentir que de nuevo el tiempo es nuestro y controlamos del todo nuestra vida.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

se puede volver a los parajes físicos, jamás a la desasogante por irrecuperable inocente, inconsciente y feliz ubicación de la infancia...Que triste, pero ahora no tenemos protección...
El sol no brilla tanto, la lluvia no es tan refrescante...Ser adulto no siempre es sinónimo de madurez, sino de soledad y desprotección, dudas y "zozobras" . Un beso,
M. Dufour
P.D. La próxima en San Juan de Luz, una "pression" en Le Madrid a mi salud, gracias

Salvador Navarro dijo...

¡qué orgullo poder tenerte entre mis amistades, Marian...! qué forma más hermosa de escribir

Anónimo dijo...

El tiempo es un camino que vamos recorriendo y que desaparace tras nuestros pasos.Nada podrá volver a ser igual: ni la Antilla, ni la Malvarrosa, ni nuestros colegios:sólo nos queda la nostalgia agridulce de comtemplar las viejas fotos ya amarillentas.

ANTÍPODAS ( EN TU ANTILLA ).