Así de triste.
Si vemos las empresas como pirámides, conforme se estrecha el espacio, al subir de altura, hace que los que han llegado hasta allí no se fíen del de al lado y pisoteen antes de verse pisoteados, siempre ansiando subir un escalón más.
Tengo compañeros formidables, que bien he cuidado de mantenerlos siempre a mi lado, lo que no evita, para mi desgracia, la crueldad de mi reflexión.
El ser humano se hace menos de fiar cuanto más poder tiene.
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