viernes, abril 30, 2021
Justicia
lunes, abril 26, 2021
Titubeos
domingo, abril 25, 2021
Normal
sábado, abril 24, 2021
Niza
miércoles, abril 21, 2021
Trocito
Phoskitos
martes, abril 20, 2021
Necrofilia
lunes, abril 19, 2021
Ricos
Queen
viernes, abril 16, 2021
Perfección
jueves, abril 15, 2021
Bumerán
lunes, abril 12, 2021
Carreteras
Mande
domingo, abril 11, 2021
Contactos
Pandemia
Dentro de nada las llegadas corriendo a casa tras la cena para evitar un control policial serán un mal recuerdo.
El tiempo lo borra todo sin piedad. Lo malo y lo bueno. Como un rodillo.
El otro día paseábamos la calle Sierpes con un guía turístico y nos hablaba de la Sevilla de hace cuatro siglos, esa época en que llegaban los galeones cargados de oro americano y la ciudad estaba repleta de mercaderes, maleantes, aristócratas, mendigos, marineros que pululaban por esa calle estrecha de una ciudad que era uno de los centros del mundo.
Yo veía el cielo azul e imaginaba con nitidez la escena. El mismo sol, la misma ciudad, pero no ponía caras, ni historias reales de personas ni aventuras que han sido borradas por el tiempo.
¿Qué queda de esos ciudadanos? ¿Qué quedará de nosotros?
Me escribo esto para el yo anciano que seré dentro de unos años, si tengo la suerte de estar aquí y ganas de leerlo.
Entonces comprobaré si es verdad que esta pandemia quedó en poco más que una pesadilla olvidada.
Espejo
viernes, abril 09, 2021
Agradecimiento
jueves, abril 08, 2021
Abueletes
miércoles, abril 07, 2021
Tres
martes, abril 06, 2021
Curiosidad
Siempre gana la curiosidad en mí.
Cuando oigo hablar de alguien famoso, de algún experimento, de un hecho histórico, cuando alguien me cuenta acerca de una ciudad, o una comida, o me deleita con un poema, si la radio emite alguna canción que me conmueve o escucho una entrevista a alguien que se expresa con alma, si me hablan de un fenómeno atmosférico, o de una enfermedad rara, al leer sobre alguna tribu amazónica, o al escuchar una palabra rara, al descubrir una nueva flor, o las temperaturas en una isla del Ártico, o cómo se programa una aplicación de móviles, cuando me explica alguien en qué consiste su trabajo, o qué medicación toma, o cómo le va con su psicoanalista, si una novela tiene estructuras extrañas, o un cuadro está pintado sin pintura, entonces yo me derrito.
Me derrito cuando descubro una vía nueva, una rendija, sitios diferentes que indagar, hilos de los que tirar, paisajes inexplorados por mí.
Me pierde la curiosidad.
Yo quiero saberlo todo, y cuanto más aprendo más me doy cuenta de que hay infinitas cosas por conocer y eso me motiva a mirar más allá, a sobreponerme a mi ignorancia para avanzar, a introducirme un poco más en la oscuridad para ir encendiendo luces, que me muestran lugares insólitos que aparecen velados, como si siempre hubieran estado esperando a que yo los destape para tomar aire.
Sería terrorífico no encontrar algún día sitios nuevos que iluminar, pero más aún lo sería que yo no tuviese ganas de darle al interruptor.