x

¿Quieres conocerme mejor? Visita ahora mi nueva web, que incluye todo el contenido de este blog y mucho más:

salvador-navarro.com

viernes, diciembre 29, 2023

Proyectos

¿Qué es una persona sin proyectos?

Por nimios que sean, incluso aunque tengan más que ver con los otros que contigo. Ver terminar la carrera de un nieto, celebrar el ascenso de una hija o la fiesta anual de la asociación de vecinos.

No hay vida sin ilusión y las ilusiones son propósitos concretos que se integran en tu corazón cuando abres los ojos al despertarte cada día.

Hay, incluso, que luchar por buscarlos, por crearlos, por enredarnos. Nos va la vida en ello.

Es lógico que haya fechas para revisarlos y ponernos nota, para hacer borrón de lo que no nos gustó y rehacer la lista. Lo bueno es que siempre estamos a tiempo de corregir el rumbo.

¡Feliz año!

Triste

¿Qué haces si tu pareja se convierte en un triste?

Esa persona que te conquistó con sus piropos, los abrazos, su manera de camelarte, aquella que ya no existe, que engatusaba a tus amigos con sus conversaciones, que proyectaba mil viajes, que te ilusionaba con formar una familia sin rigideces, quien se apuntaba a un bombardeo.

No sé si está en los genes de algunos el desembocar en una madurez atormentada o si son los golpes que nos da la vida, el caso es que veo a mi alrededor a quienes están aguantando, casi diría que por compasión, a parejas que no están a la altura de lo que prometían.

¿Quién les devuelve el tique?

Red

Leía el otro día a un psicólogo americano que lleva toda su vida estudiando las claves de la felicidad. 

Tras leer la entrevista, mi primera conclusión es que sus largas investigaciones vienen a concluir que el principal factor para tener una vida completa son las relaciones sociales.

Son los otros.

Los otros que nos quieren, que nos rodean, que nos aguantan, que nos piden ayuda, que nos admiran, que nos protegen.

Vivimos la era de la exaltación del 'yo'. Tal vez tengamos que replantearnos que hay vida más allá de nosotros. 

miércoles, diciembre 27, 2023

Coquetear

No había situación que me resultase más tensa en mi juventud que la coquetería de una mujer conmigo, no porque no me sintiera halagado, sino por no poder corresponder en ese juego entre lo sensual y sexual que se establece entre personas que se gustan.

Yo era un chaval atractivo no por lo físico, sino por mis ansias de comerme el mundo, de experimentar, de conocer, de entregarme a lo que la vida mi ofreciese. Un hombre así es rápidamente calado por una mujer sensible.

Entonces aparecía el pánico a defraudar, a mostrar mi sexualidad, a decirles no me gustas, porque no me podían gustar en el sentido que los dos hubiésemos querido.

Aún hoy en día hay circunstancias en las que una mujer se me acerca, coqueta, y se me revuelve el estómago con los miedos de mi juventud de entonces.

Tráfico

Resulta desesperante cruzarte con un mal conductor, aquellos que no se enteran de que las calles no son de su propiedad ni atiende a señales, ritmos ni sentido común.

Si, además, tienes prisa o no estás en tu mejor momento, el cuerpo te pide dar bocinazos y gritar, aunque nadie te escuche.

En esos momentos es buena práctica acordarme de algunos pésimos conductores amigos míos. Humanizo entonces a quien, en ese momento, me está haciendo la puñeta.

martes, diciembre 26, 2023

Tradición

La tradición es que yo salga del coche antes de que Fran lo baje al garaje.

Conforme abro con llave el portal, espero a que este se cierre para pulsar el botón de apertura. Al atravesar la puerta del patio, la retengo para que quede encajada. Una vez que subo a casa, me preocupo de dejarla abierta para evitar que Fran tenga que buscar sus llaves.

Hay días, escasísimos, en que escucho el tintineo de sus llaves y me maldigo por haberme olvidado de él.

Vestidos

Hay semanas en las que puedo ir con el mismo pantalón al trabajo, algo que no suelen hacer las mujeres que trabajan conmigo.

Un político puede tener un par de trajes, azul y negro, pero a una política se la critica si repite ropa en poco tiempo.

La mujer tiene que pensar muy bien qué ponerse mientras el hombre tira de lo primero que le aparece al abrir la puerta del armario.

Hay veces, pienso, en que debe ser cansado ser mujer.

lunes, diciembre 25, 2023

Hablar mal

Hablar mal de alguien siempre se te puede volver en contra, por mucho que, a veces, apetezca y, de vez en cuando, sea necesario.

Yo he aprendido de gente muy querida a ser prudente.

Es más, hacer el ejercicio de buscar las cosas bonitas en las personas que no te caen bien es sanísimo, porque no hay quien no las tenga.

Yo siento repulsión, literal, hacia más de uno. Y más de una. Pero esa repulsión la meto en un paquete, le pongo un lazo y la meto en el trastero de las cosas inútiles.

Paisajes

Hay veces en las que me leo a mí mismo y no estoy de acuerdo con lo que hace un tiempo escribí. Me veo muy radical, demasiado optimista o inseguro con respecto a cualquiera de las materias de la vida sobre las que me gusta reflexionar.

Cuánto más no van a estar en desacuerdo conmigo gentes que, como tú, no tienes mi edad, ni mi trayectoria, ni mi manera de ver la vida.

Vivir es aprender a modelar los paisajes que se ven desde aquí dentro, porque seguro que desde tus ojos los verdes son más claros y las nubes van a otra velocidad.

No hay verdades absolutas que no pasen por el tamiz de lo que cada uno somos en cada momento.

Crispados

Es complicado alimentar una columna de opinión sin que haya quien discuta el derecho de uno a tratar cualquier tema, sea cual sea la materia.

A veces pienso que vivimos en tal estado de crispación que resulta desagradable refelxionar en voz alta sin que alguien se sienta ofendido.

No sólo es imposible, sino que no quiero que mis lectores coincidan conmigo en todo. Sería aburridísimo. Lo que sí querría es tener la posibilidad de hablar de todo lo que me inquieta aun sin tener todos los conocimientos necesarios, porque si nos ponemos muy mijitas tendríamos que estar todo el tiempo callados.

Nadie sabe todo de nada.

Escribir un texto de opinión y compartirlo es una invitación a la reflexión, no un intento de imposición de doctrinas.

A vivir se aprende viviendo, y escuchando.

No lo sé

Hay quienes saben de todo, opinan con pretendido criterio y sermonean acerca del tema que se les ponga por delante, poco importa si hablamos de los invernaderos de Almería o del gobierno de Costa Rica.

Decir 'no lo sé' es iluminar una conversación, dar espacio a la escucha, abrir el corazón al aprendizaje.

Admitir que no dominamos un tema, o que ni siquiera nos suena, es un síntoma de fortaleza personal. Hacer lo contrario, soltar discursos sostenidos en patas de barro, es arriesgarse a perder la credibilidad incluso con uno mismo.

Me apasiona deleitarme con la sabiduría de quien conoce.

domingo, diciembre 24, 2023

Cursi

La diferencia entre lo cursi y lo entrañable, para mí, es la que existe entre reenviar una felicitación navideña impersonal y escribir unas palabras sentidas a una persona concreta para decirle que, un año más, la tienes en mente.

Sí, recibir un mensaje enlatado ya implica que alguien se ha acordado de mí. Sin embargo, cuando va acompañado de mi nombre y el de los míos, eso roza el corazón.

La Navidad se llena de palabras empalagosas que no quieren decir nada. Deberíamos rebelarnos contra tanta cursilería y poner un poco más de corazón. No tirar de la agenda del móvil y enviar un mensaje indiscriminado, sino escribir, si apetece, a aquella persona que supone tanto para ti y decirle, por qué no, ¡Felices Fiestas! 

Un año más, me acuerdo de ti.

sábado, diciembre 23, 2023

Respiraciones

Es un método que no falla.

Espero a que esté dormido y me agarro por detrás, tan pegado que incluso siento sus latidos y su respiración a través de su espalda. Entonces, en el silencio de la noche, me concentro en el movimiento de sus pulmones, en el ritmo relajado de sus inspiraciones y espiraciones, hasta, poco a poco, acoplarme a su respirar.

Al concentrarme solo en eso, en coordinar mi cuerpo con el suyo en el movimiento más animal, mi mente se va adentrando en sueños, que no pueden ser feos, hasta dormir.

Protección

Cuando veo a gente muy mayor e imagino todas las pérdidas que ha debido sufrir, me planteo cuánta inocencia no habrán dejado por el camino, en una lucha justificada por no sucumbir a la tristeza.

No se puede remontar infinitamente cuando la vida te golpea, deben crearse mecanismos de protección para relativizar, disminuir la empatía para poder mirar hacia otro lado. 

Al pensar en hacerme mayor mi gran esperanza es ganar en sabiduría, mi gran miedo es perder sensibilidad.

Abrazo

Ver ese abrazo fue un chute de emoción. 

La semana pasada, el mejor amigo de Fran perdió a su madre. Un hombre noble como nadie, el dolor de Isaac era nuestro dolor.

Tomamos el coche para ir al tanatorio de Chiclana, donde una procesión de amigos iba llegando desde todos los rincones para estar con la familia.

Son muchas las veces en las que he pensado en lo hermosa, por fresca y franca, es la amistad entre Fran e Isaac. 

Yo caminaba detrás y vi el interminable abrazo entre los dos amigos por una madre muerta. Se confundían los hombres con los niños que fueron, en ese terrible despertar al horror que es perder a quien te puso en este mundo.

En ese abrazo está toda la verdad de la vida.

jueves, diciembre 21, 2023

Tetris

Debo confesar que estoy enganchado al Tetris desde que viajé a Turquía. 

Me apareció una publicidad y lo descargué para hacer más entretenido el vuelo.

Desde entonces no veo el momento de tirarme en el sofá para jugar.

Tal vez como reacción estúpida a llevar una vida en la que me falta tiempo para todo lo que tengo siempre por hacer, aparece esa tentación tonta y adictiva que me llama con su musiquita para decirme "nunca llegarás a los ochenta mil puntos"

Uno se construye mil teorías sobre cómo vivir una vida plena y coherente... y aparece el Tetris.

Desequilibrio

En todos los terrenos posibles suelo encontrarme con gente que se maneja por el precipicio del desequilibrio mental.

No son certezas, sí fuertes intuiciones que me hacen ver lo cerca que están de perder el pie. Se les nota en la mirada, en gestos atropellados, en frases deslavazadas que me ponen en alerta y me hacen prestarles especial atención.

Nadie está a salvo de perderse por dentro y descarrilar, pero sí es cierto que hay quien tiene muchas más papeletas para caer.

Los tengo localizados en el trabajo, entre los amigos, en algún que otro bar, incluso los distingo entre las páginas de los periódicos y en programas de televisión.

Hay veces, pocas, en que descubren que los he descubierto y entonces, avergonzado, bajo la mirada.

Una mirada que, quizás, malinterpreten, porque no hay compasión en mí hacia ellos, sino solidaridad.


viernes, diciembre 15, 2023

Hungría

Yo me eduqué en no ir a sitios donde no me gusta cómo se piensa.

Todo empezó pronto y en la casa de un amigo. Yo era un mico pero ya sabía que allí no. Me desagradaban las fotos, las banderas, los comentarios, la forma de hablar.

Decidí, bien pronto, dónde no. Lo que fue una casa se convirtió en muchas otras, y las casas se convirtieron en barrios que me disgustan. 

A día de hoy mis autorrestricciones se transformaron en países a los que nunca iría. Por lo que votan, por lo que odian, por lo que representan.

En toda sociedad hay gente buena, sana, inteligente, culta, pero yo no quiero visitar lugares donde se alaba la violencia, se denigra al diferente, se vota en negro, se pone a la religión por encima del hombre, la tradición sobre el respeto, donde se infravalora a la mujer.

Antiquaires

Lloviznaba y estaba reventado. La jornada de trabajo había resultado interminable, con una reunión tensísima para rematarla. Meditaba sobre mi gestión de ese tipo de situaciones, mientras paseaba rue de Saint-Jacques hacia el río. Poca gente a esas horas de una noche de martes desapacible, el Sena desbocado formando remolinos bajo Notre Dame, mi abrigo calado hasta arriba para protegerme la garganta.

¿Te relías o no? me preguntaba a mí mismo.

Atravesé la isla de la Cité hasta dar con el brazo ancho del río, donde me paré, apoyado en la baranda de piedra del puente, con la idea en la cabeza de que necesitaba descansar. París siempre iba a estar ahí. Era cuestión de retomar los pasos hacia el hotel.

Lo que ocurre es que no sé repetir caminos y tiré por otro puente, por otras calles, me paré en otros lugares por ver si los remolinos seguían igual. Vi cruzar barcos, parejas agarradas, ciclistas enfadados.

¿Me relío?

Recordé la última vez en Les Antiquaires, lo amable que fue la camarera, lo pachucho que me encontraba yo, las risas con mi amiga Mariángeles. Enfilé entonces la rue du Bac y me planté allí.

¿Tienen mesa?

Piedras

Nos despertaban a gritos antes de amanecer y nos ponían a correr por caminos agrestes a las afueras de Sevilla. Casi todas las mañanas había algún lesionado que acababa en el botiquín.

Correr sobre piedras fortalece cada músculo de pies y piernas nos decían.

Yo sobreviví a la mili sin machacarme ningún tendón y dejé entre mis peores recuerdos esa forma de tratarnos como ganado.

Lo que sí retuve fue esa teoría de las piedras. Cuanto más difícil es el camino, más te fortaleces.

La vida es así de jodida casi siempre, uno se curte en el dolor.

miércoles, diciembre 13, 2023

Macronie

Me gusta escuchar las noticias radiofónicas de France Info cada vez que trabajo en París. Son muchas las horas de coche entre el hotel y la oficina, así que aprovecho para ponerme al día.

Esta semana la gran movida política en el país es el rechazo por parte de la Asamblea Nacional de una ley de inmigración promovida por Emmanuel Macron

Tertulianos y políticos no afines al gobierno repiten como un mantra, despectivos, el término 'La Macronie' (el macronismo) como la fuente de todos los males del país. Acusan al presidente de sacar las leyes con forceps, de no tener principios, de aliarse con el diablo para mantenerse en el poder.

Me suena todo tan conocido...

domingo, diciembre 10, 2023

Vasconcelos

Visitábamos la última exposición de Joana Vasconcelos en Lisboa, una propuesta colorida, provocadora y arriesgada, como todas las de la artista portuguesa. Lo hacíamos con la calma de no tener nada importante que hacer durante la tarde, con la felicidad que dan los días sin ritmos a los que engancharse.

Fran, admirador de la obra de la artista, iba lento. Yo, sedado por la belleza, caminaba a mi bola, tan pendiente de lo que se exponía como de la gente que lo observaba.

Es precioso embobarse de ver a la gente embobada.

Había, eso sí, electrones libres, que me desquiciaban. Que hacían fotos a cada obra, a cada objeto, a cada letrero explicativo, quizás para llegar apurados a casa y ponerse a mirar lo que no supieron ver mientras los demás nos dejábamos llevar por la fantasía.

jueves, diciembre 07, 2023

Usted

A mí los usted me asustan.

Hacia mí no los quiero, los corto rápido.

Tutéame.

Se dice que es señal de respeto, mi piel, en cambio, lo toma como vasallaje. No me gusta. 

Ni en un restaurante, ni en un hotel, ni en una reunión.

A mí me asustan incluso cuando nos dirigimos así hacia los ancianos.

Me produce sarpullidos escucharlo en el trabajo y que el jefe no lo frene, en las casas y que los propietarios no le digan, a quien tienen contratado, que les hablen de tú. 

¿Quién tiene tantos galones para que le tengan que hablar de usted?

Asumimos clasismos sin rebelarnos.

Afrentas

Si me preguntan por qué me cae tan mal una persona, me cuesta poner en pie las afrentas pasadas.

Soy de poco recordar los daños, pero de bien retener el desdén hacia quien alguna vez me hizo un feo, a mí o a gente querida.

Tanta es mi desmemoria que hay días en los que trato de limpiar la imagen de alguno de los que pertenecen a mi santoral de benditos demonios. Apago luces, pongo musiquita y ejercito la gimnasia de buscar qué me hizo separarme de ese individuo.

La mayoría de las veces cuesta, aunque, eso sí, casi siempre aparece ese momento maldito en el que me di cuenta de que no lo quería a mi lado ni con un millar de rosas.

Wasaps

Yo dejo los wasaps sin responder el tiempo que haga falta me decía el otro día un conocido, mientras me mostraba el listado de los mensajes que andaban pululando desde hacía días por su teléfono.

Lo decía con un cierto aire de suficiencia y, ante mis preguntas, lo remataba hablando de lo cansado que estaba de lo informal que es la gente a la hora de dar respuesta a los mensajes.

Entendiendo que nuestra libertad está por encima de obligaciones que no lo son, siendo consciente de lo difícil que es desprenderse de toda esa tecnología que nos acorrala, yo soy partidario de no cambiar mis hábitos por reflejo de lo mal o bien que lo hagan los demás.

Puedo tardar en enviar un wasap de vuelta por estar trabajando, cenando o durmiendo una siesta, incluso por despiste, pero no de forma premeditada para mostrar ser más o menos adicto al móvil.

Cuando alguien querido me escribe, hago lo posible por reaccionar en cuanto puedo, por una cuestión de cariño, de respeto.

Otra cosa son los grupos, que crecen como setas, y de los que trato de escaparme en cuanto puedo.

Pero si eres tú y me escribes a mí, haré por atenderte como mereces.

miércoles, diciembre 06, 2023

Voluntad

A la fuerza de voluntad hay que ayudarla.

Fran me proponía ir este fin de año al cotillón que se celebra en la plaza de un pueblo de la sierra de Cádiz.

Ni loco, que al día siguiente estoy malísimo.

Pues no bebas... me responde, sin creérselo ni él mismo.

¡Cómo no voy a beber, si me encanta una fiesta y un cubata!

Yo puedo pasar meses sin tomar una palmera de chocolate, pero no me lleves cada día a la puerta de una confitería, porque caigo.

En este mundo hay pocos héroes, al menos yo estoy lejos de serlo. Tengo muy claro cómo cuidarme, porque me gusta mucho vivir, así que hago lo que está en mi mano por no estar cerca de las tentaciones que me matan.

Novelista

El gran beneficio personal de ser novelista es el autoregalo diario de escapar del propio cuerpo. Olvidarse de sí. Habitar otras mentes, recorrer otros paisajes, enfrentar retos desconocidos.

Disfruto y sufro siendo otro.

El buen lector sabe que eso es así y es buen lector por eso, por el bien que hace ese transcender a la propia realidad para sumergirte en otra en la que tú, de forma directa, no tienes nada que ver.

Si quien lee ficción aprecia ese regalo, cuánto más no lo disfrutamos quienes nos dedicamos a inventar mundos nuevos.

Al final de una historia, sea escrita o leída, todo se cierra. Vuelves a tu yo terrenal e integras, para siempre, ese viaje, de tantas hojas, en otra piel.

martes, diciembre 05, 2023

Gracias

Llevo más de la mitad de mi vida trabajando y me siento afortunado por ello.

Afortunado, también, por mis condiciones laborales y por el compromiso social de mi empresa, podría hacer un tratado de cómo sí y cómo no se deberían hacer las cosas para conseguir que un colectivo se sienta comprometido con su compañía.

Todo el tratado se podría resumir en una palabra: Reconocimiento.

¡Cuesta tanto!

¡Cuántos directivos piensan que poner pegas a todo es ser un buen jefe! Que buscar las cosquillas es demostrar jerarquía, que pedir siempre más es la única vía para tener bien atado al personal.

No se dan cuenta, la gran mayoría, de la importancia que tiene dar las gracias por cada trabajo realizado. Así de simple. Con el agradecimiento puede venir el reproche por esto o por aquello, el consejo acerca de cómo hacerlo en el futuro, la explicación de lo que se espera del otro.

Agradecer el esfuerzo, siempre, es la mejor de las técnicas para conseguir objetivos.

Colocar al hombre en el centro es la clave del éxito de cualquier empresa. 

Abrazo

Siempre consideré mi inscripción en un club de remo como una de las decisiones más sabias de mi adolescencia.

Empujado por mi madre, que observaba en mí a un niño demasiado metido para dentro, un día de primavera, a los trece años, me planté en el círculo de Labradores para conocer a quienes serían mis amigos durante muchas temporadas.

Pasaba de un ambiente masculinizado, católico y cerrado a un escenario abierto al aire, liberal y donde se podía tratar con chicas.

Estaba, sobre todo, Anchoa, el entrenador, que me recibió, supongo, con consignas claras por parte de mi familia acerca de cuáles eran mis circunstancias. Yo, enclenque, tímido, despistado, siempre fui tratado por él con un profundo respeto.

La vida explosionó para mí a los dieciocho años, dejé el remo y toda una adolescencia de entrenamientos diarios. Siempre mantuve, a pesar de la distancia, el contacto con Anchoa. 

Hasta que, hace unos años, una enfermedad cabrona se lo llevó.

Anoche soñaba mis historias, entre amigos, entre risas, en esos sueños míos surrealistas en los que tan bien me lo paso. Buscábamos el hueco de una barra para tomar algo cuando, de pronto, apareció Anchoa, sentado en un taburete.

Me tiré de bruces encima y me abrazó con esa energía que solo tenía él.

Me apretó tanto que me desperté.

domingo, diciembre 03, 2023

Mirones

Hay gente que te mira a la cara y te desnuda. Tan torpes que no cuentan con que tú escrutas a esos ojos que se mueven para observarte las orejas, las ojeras, el cuello, la barba, los hombros.

No es algo habitual, pero tengo dos o tres nombres en la cabeza de gente cercana que utilizan su mirada con el abuso que da la insensibilidad.

A mí me gusta jugar al juego de quién aguanta más la mirada. De tus ojos a los míos. Cuando se conversa desde la madurez no hay nada más rotundo que establecer ese hilo invisible entre las pupilas, en las que me meto yo y en las que dejo que te metas tú.

Kanye West

Kanye West me parece un tío impresentable.

No sé siquiera si es músico o cuál es su principal ocupación en la vida. Ni quiero investigarlo en Google. Sé que tiene o tuvo algo con las Kardashian, otra tribu que me da repelús.

Sin embargo, cada cierto tiempo apago luces y enciendo el ordenador para dejarme llevar por ocho minutos esplendorosos que me retrotaen a lo mejor de mí.

¡Runaway!

Puede hacer quince años de la creación de ese vídeo musical al que recurro cuando busco la belleza que hay en el mundo.

¿Matamos al artista?

Padres

Atravieso una época en la que las reuniones con mis amigos se transforman en una suerte de psicoterapia en la que toma especial relevancia el rol que han desempeñado los padres en nuestras vidas actuales.

Quizás porque es el período en el que están yéndose o necesitan de nuestros cuidados, el caso es que toca hacer repaso a sus trayectorias e identificar cuánto de sus proyectos o frustraciones han acabado por marcar nuestras existencias.

Cada generación examina a la anterior bajo el prisma de su presente, algo que es sano siempre que sepamos empatizar con las circunstancias que a ellos les tocaron vivir.

Ya vendrá el día en el que nos juzguen a nosotros. Para entonces, pediremos clemencia. Diremos que no tuvimos todas las herramientas para saber vivir.

viernes, diciembre 01, 2023

Filosofía

Pese a lo poco clerical que soy, cuando pienso en el bachillerato recuerdo al cura que nos enseñaba Filosofía. No impartía la asignatura, la enseñaba.

No podría escribir una lista del resto de profesores, sí recuerdo en cambio su semblante serio, la ironía seca, el pelo a medio teñir y su impaciencia con los perezosos.

Sé que tu madre está mal me dijo una mañana, tras sacarme al pasillo entre clase y clase, un aliento impagable para un chaval perdido que tenía en él un referente de poderío humanista. Sé fuerte, Salvador.

Con él no hacía falta abrir el libro, casi ni tomar apuntes. Bastaba con escucharlo.

La Filosofía, la madre de todas las sabidurías, la ciencia que tiene su fortaleza en las preguntas, la única rama del conocimiento que no tiene respuestas.

Fue quizás desde entonces que establecí una distinción entre las personas que se interesan por el fondo del corazón. 

No hay mente brillante que me subyugue si no arrastra tras de sí una preocupación sincera por el alma humana.


Radio

Una manta de agua me acompañó toda la tarde de ayer, entre Aveiro y Sevilla.

Un viaje larguísimo en coche.

Había tan poca visibilidad por determinados tramos de la carretera que apenas podía adelantar a los camiones. 

El GPS iba retrasando la hora de llegada sin cesar, pretendiendo amargarme la tarde.

Lo que el GPS no sabía, tan moderno, es que la radio, más antigua que yo, le ganaba la partida por goleada.

Hay pocos placeres similares al de escucharla mientras atraviesas cientos de kilómetros de paisajes, por muy lluviosos que sean. Me introduje en conversaciones interesantísimas sobre el cambio climático, acerca de terapias genéticas y de técnicas de canto. Recorrí las selvas africanas mientras cruzaba Coimbra, conocí la vida de Henry Kissinger al tiempo que circulaba por la provincia de Badajoz.

Viajar, aunque sea conduciendo bajo el diluvio universal, nunca es un tiempo perdido.

Y menos aun con la radio como compañera.