—Ya una vez que estemos allí lo...
Mi añorada amiga Montse siempre me decía,
—Ay, Salva, ¡termina la frase!
Se me va el santo al cielo antes de hacerlo.
—Pero si tú sabes lo mucho que yo te...
Hay veces, pienso, que mi mente lo hace adrede, porque añora tanto la regañina de Montse que me deja con la última palabra en la boca, para que aparezca mi añorada amiga y me grite,
—¡Ay, Salva!
Siempre ella está en mí.
No hay comentarios:
Publicar un comentario