Esta semana en Roma es de puro 'flâner'.
Lo que no esperaba es construirme una técnica que combina lo mejor del pasado y del futuro, que no consiste sino en pararse allí donde ves algo que te llama la atención y buscarlo en el mapa del móvil. Si el sitio en cuestión tiene muchas estrellas y variadas opiniones, entonces lo busco en Wikipedia para saber más y, la mayoría de las veces, acabo entre los pasillos o caminos de ese recinto, con la lección recién aprendida de qué es lo que paso allí, los lienzos, las estatuas, las fuentes que hay que ver, las leyendas que fraguaron el mito de ese palacio, parque o iglesia.
Entonces, con el alma llena de belleza, salgo de nuevo a 'flâner' hacia donde el cuerpo me pida.
(Sí, hay ocasiones en que me permito hacerme con términos en otras lenguas)
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