Puede ocurrir en cualquier lugar de Sevilla, hoy ha tocado en el Bar El Pimiento, un rincón agradable en la trasera de la Alameda, donde sirven buenos vinos por copa y una carta reducida de tapas escritas en una amplia pared de pizarra.
Me tomaba unos vinos con mi pareja, encantados con la tapa de carne mechada, la conversación y nuestro rincón al fondo del local.
Yo trataba de bajar mi estrés de jornada de auditoría en la fábrica en una charla relajada de las que te hacen sanar el alma tras un día de trabajo intenso. ¡Qué placer!
Pero nos tocó El Premio.
Y en una ciudad como Sevilla tampoco hay que jugar mucho para que te toque.
Entra dando besos desde la puerta, a unos diez metros de nuestro rincón, en un bar prácticamente vacío un lunes noche. Los achuchones y los '¡cuánto te quiero!' se oyen diáfanos involuntariamente.
Rápidamente comprendes que viene de un viaje de fin de semana por Cazorla, que su novio acaba de pintar la cocina y que ella, pobre, tiene que hacerse la cera esa misma semana porque van a un spa el sábado. Un regalo de la suegra.
Tú intentas concentrarte en tu vino, en tu charla y en respirar tranquilo tratando de que tus pulmones tomen un ritmo pausado y cadencioso.
Pero El Premio te recuerda que su vida es mucho más intensa que la tuya, que las cremas que venden en Mercadona son espectaculares para las ojeras y beber dos vasos de agua antes de comer... adelgaza.
Miras de nuevo la pizarra y ves el queso payoyo proponiéndote un romance, o la ensaladilla de gambas. Te apetece lanzarte al mundo de los vinos de Alicante o a los del Bierzo, pero los chistes y las risas del Premio, tan simpática, te hacen calcular cuáles son los vinos que te quedan en casa y si tienes para un plato de caballa en aceite en la nevera.
Teníamos vino y calamares en su tinta.
Y buena música.
2 comentarios:
Los productos de belleza de Mercadona muy recomendables: ya me lo habia comentado mi ex Amparo, sobrecargo de compañía aérea y superpuesta en estos temas.
Los vinos de Alicante tienen una excelente relación calidad precio, así que también hay que recomendarlos.
Pero, ¿ por qué la suegra no incluyó la depilación en el bono del SPA?
Se confirma mi teoría: los lunes, mejor en casa pues suelen servir las sobras del finde y encima con la Premio
ANTÍPODAS
Me ha encantado la evocación de ese apacible momento, cálido y agradable, roto sin remedio por tan inesperada irrupción. ¡Hay tantos premios pululando por ahí!
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