Esa es mi definición. Puede que poco acertada. Pero así lo sufro yo.
En mi día a día padezco un bombardeo de peticiones que me dispersa hasta el punto de no terminar ninguna tarea antes de empezar la otra.
Algo que me angustia.
De ahí que mi lucha para encontrar la calma, en la vorágine en la que me muevo, es organizarlo todo para concentrarme solo en lo que hago en ese instante.
Como ahora, que te escribo. Poner todo mi amor aquí, toda mi cabeza.
No hay comentarios:
Publicar un comentario