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sábado, mayo 28, 2011

Progreso

Viendo el mapa del mundo y analizando la historia del hombre, hay una relación no casual entre mal clima y civilización.

En trópicos donde la media es de 25 grados todo el año y uno puede ir descalzo por playas de arena en pleno invierno, es más difícil crear necesidades de inventar.

Las creaciones humanas son producto de necesidades básicas, pero también de confort y ocio.

Vivir en Bruselas o Estocolmo sería durísimo si se hiciese a la intemperie. Hay que recluirse al calor de casas confortables que, por serlo, parapetan a las personas del contacto social y la alegría de vivir de quien a esa misma hora en que ellos leen una novela pueden estar charlando bajo las estrellas con los amigos de siempre.

¿Cómo potenciar la educación o la investigación en la República Dominicana o Tahití?

Mostrarles la riqueza que supone el saber.

¿Qué hacen un gran porcentaje de alemanes cuando toman su merecida jubilación?

Buscar esas playas que le permitan, ya con achaques y la piel arrugada como una pasa, vivir la vida que otros viven por siempre mientras ellos corrían bajo la nieve de casa a la universidad y de ésta al trabajo.

¿Qué mundo queremos?, ¿cómo equilibrarlo y hacerlo más justo?

Es tentador nacer en una sociedad con tantas preguntas sin respuestas.

3 comentarios:

Dol dijo...

Bueno bueno Salva, clima aparte, también los países que mencionas tienen diferentes sistemas económicos y educativos.
Pero muy diferentes.
Supongo que todo está relacionado pero después de leer un librito de discursos de Garcia Márquez acerca de la economía en Sudamerica no creo que sea culpa del clima.
Besitos.

Alforte dijo...

A falta de amigos, un libro es una buena compañía playera.
bsote

[Jos] dijo...

Este es el tipo de prejuicios que tendría uno sólo fijándose en las apariencias de las cosas. Pero creo que lo que pretendes es, precisamente, ver las reacciones de los que te leemos, espero.

¿Cómo explicarías el subdesarrollo de la Rusia zarista, país del hemisferio Norte? Turquía, Singapur, Japón, Australia, Puerto Rico, Kuwait son otros ejemplos actuales que contradicen el argumento clima-progreso. Por no hablar de Irán, que pese a ser una república radicalmente confesional -con las consecuencias que eso conlleva- es un país con un IDH Alto.

Creo que a la hora de comparar el nivel de desarrollo de los países hay que hablar de riqueza, y para hablar de riqueza hay que hablar de los países de la metrópolis y los países de la periferia (al menos históricamente) y de cómo se han ido relacionando los unos con los otros; hay que hablar de proteccionismo -como el de la UE hoy- y de libre mercado -como el fatídico Tratado de Libre Comercio de México-.

Yo también caí alguna vez en la misma trampa. La conclusión es que las cosas no son tan sencillas como a veces parecen.

Un abrazo.