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miércoles, junio 01, 2011

La patria

Me indigna que Angela Merkel, la presidenta alemana que nos pone deberes, en cada ocasión que se le ofrece, sobre cuándo nos tenemos que jubilar, cuántas vacaciones tenemos que tener y cuánto salario público tenemos que recortar, ahora decida cargarse sin vacilación la agricultura almeriense por un virus que seguramente tenga su origen en algún lugar mal higienizado de su querida Hamburgo.

Y creo que tenemos la razón, los españoles, en indignarnos.

Pero, ¿hasta qué punto no lo hacemos por el hecho de ser españoles los pepinos?

Es peligroso sustanciar la defensa de un argumento en las fronteras. ¿Estaríamos dispuestos a admitir que los pepinos estén contaminados en el caso de que realmente lo estuvieran?

Sí, sí. Sé que no lo están y me toca el alma que estos alemanes hipercivilizados sigan destrozando nuestra economía. Pero, al mismo tiempo, razono que no se puede utilizar la patria como defensa.

Quiero a mi país. Sé que la industria agroalimentaria almeriense, avanzada, profesionalizada, permite disfrutar a los ciudadanos europeos de una riqueza culinaria infinita durante todos los meses del año.

Pero, a pesar de todo, me planteo que la patria nunca debe ser un argumento.

¿Se lo plantea también Angela Merkel?

2 comentarios:

Gincrispi dijo...

Habría que preguntarse si no hay otros mercados involucrados en todo este asunto... Que le pregunten a los holandeses y a los belgas...

Saludos Salvador.

Anónimo dijo...

¿Hasta que punto no han lanzado la alerta tan a la ligera por el hecho de que los pepinos eran españoles?
¿Dónde está la supremacía, rigidez y fiabilidad alemana?
¿Hay en Europa un país más patriótico que Alemania?

Seguramente, para las familias cuyo bienestar dependa directamente de la exportación de hortalizas, el calificativo indignante se les quede muy, pero que muy pequeño, no por ser los más patriotas, sino porque están tirando a la basura el esfuerzo físico y económico de toda una temporada de trabajo y no les queda más que eso, y para rematarlo lo están haciendo los señores que van de "salvadores" de Europa.

Un saludo
Rivo