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lunes, julio 04, 2011

Ecuaciones

Me tomé la vida demasiado en serio desde muy pequeño.

He tenido la suerte, en cambio, de tener el intelecto suficiente como para comprender que nada es tan importante.

Cuando me pasaba las noches en vela estudiando los exámenes de junio, me entraban ataques de pánico ante una ecuación de matemáticas imposible de resolver.

Mi padre, siempre paciente, se ponía conmigo a razonarla, desde el principio. Tomaba el libro, estudiaba el tema y me dirigía en la búsqueda de la 'x' irresoluble.

Una vez que leía el enunciado del problema, el gráfico a analizar o el razonamiento a entender, ante esa disyuntiva, mi padre en numerosas ocasiones me decía: '¿pero no ves lo bonito que es este problema?'

¿Bonito?

Mi padre describía los problemas como bonitos.

El hecho en sí de plantarte ante una situación de incertidumbre a resolver, de la que tienes pocos datos que hay que hilar para encontrar un camino.

Ahora me lo aplico al trabajo, e incluso a situaciones de dilema en mi vida personal.

Cuántas veces no llegaré a una situación compleja, aparentemente inabordable, en que me acuerdo de mi padre y ante el nuevo reto me digo:

'Qué problema más bonito'

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Uffffffffff....me has traído muchos recuerdos.Mi padre también se sentaba a mi lado y me ayudaba a resolver esos problemas de mates: quebrados, ecuaciones....Una vez resuelto me decía: ves con paciencia nada es imposible. Una pena que me dejara tan joven.

ANTÍPODAS.

Anónimo dijo...

Vaya hombre, mi padre era profe de matemáticas (de profesión), pero en cambio, yo lo que procuraba era no tener problemas con las mates para no soportar la tortura china de que se sentase a mi lado en casa a hacer los problemas conmigo. En el fondo también coseguía su objetivo.

Salu2

Fernando

Anónimo dijo...

Rebuscando en “erguge” para un asunto que me ocupa, encontré esto y me acordé de esta entrada de tu blog. Creo que le viene como el aceite de oliva a las espinacas. Es una una frase de Richard Buckminster Fuller, arquitecto, inventor y filósofo estadounidense, y dice así: “Cuando estoy trabajando en un problema, nunca pienso sobre su belleza. Solo pienso en como resolver el problema. Pero cuando lo termino, si la solución no es bella, se que esta equivocada”.
Saludos
Montgeron (sin t)