Soy también feliz sin Fran, él lo es también sin tenerme al lado y esa es una clave más de nuestro éxito como pareja, saber disfrutarnos tanto como mantener un rumbo propio, querer hacer feliz al otro sin renunciar a nuestros propios sueños.
Nadie mejor que él me anima a aceptar retos que sabe que me harán realizarme como persona, aunque impliquen alejamiento y renuncias como pareja.
Nadie como yo le empuja más a hacerse grande en aquello que le apasiona, por mucho que sean universos que nada tienen que ver con los míos.
Quererse es también eso.
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