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jueves, abril 28, 2011

Iphonitis

Reconozco que caí rendido cuando me lo enseñaron en un centro comercial gaditano. Me quedé prendido del 'iphone'. Esa debilidad tenemos los humanos y esa capacidad tienen las grandes compañías para llevarnos por caminos imprevistos.

Tengo ya un historial de dos años de fotos hechas con ese móvil, que me dedico a revisar de forma rápida en tiempos muertos. Anoto cada cena, viaje, cada ocasión especial en su agenda. Oigo música paseando por la playa, veo qué tiempo hará mañana, escribo emails, anoto ideas para el blog, me organizo las tareas, juego a sudokus, me sirve para situarme en el mapa en lugares desconocidos, me llegan mensajes de facebook, grabo impresiones sonoras cuando me llegan a la mente, vigilo al euribor, anoto mis gastos, consulto horarios de vuelos... y se lo dejo a mi sobrino Iván para que juegue inyectando a unas bacterias que se mueren de risa o hablándole a un gato que te imita. Y disfruto como un enano viéndolo reír.

Sí, atrapado como muchos, que ahora tienen el 'iphone 4' y se ríen de mi viejo 'iphone 3'.

Hay momentos en que, cenando en algún restaurante, estamos cuatro personas entretenidas con nuestros móviles intergalácticos, sin hablar entre nosotros.

Hay veces en que, como una rutina de drogadicto, vamos encendiéndolo continuamente en busca de mensajes que no llegan o informaciones que no nos importan.

Caí rendido al 'iphone', pero espero que la enfermedad no sea grave (aunque sólo sea el 'iphone 3').

2 comentarios:

Gincrispi dijo...

La evolución en las relaciones interpersonales es imparable, hace poco estuve viendo un vídeo sobre las futuras aplicaciones del grafeno y es algo increíble, de ciencia ficción.
Saludos y gracias por la comparación en tu última visita ;).

Anónimo dijo...

Cada vez que abro un libro (de papel) me encuentro con un montón de sensaciones, cada vez que abro la lata de carne de membrillo con las fotos de toda la vida de mi familia, de mis amigos …siento ese dulce y tranquilo reencuentro con mi pasado, odio que me muestren una pantallita con las últimas fotos que vinculan sentimentalmente al dueño del ingenio electrónico…¡como “casque” la batería vas a ver lo que yo sé!.
El navegante de hoy en día dispone de todos los adelantos técnicos del mundo, y es bueno aprovecharlos,…pero siempre nos quedará aprender a leer en el Sol si es de día, en el resto de las estrellas si es de noche, en el musgo de los árboles, en el vuelo de los pájaros, para saber donde está el norte.

Saludos
Montgeron