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sábado, enero 08, 2011

La parte negra

Cada vez menos, ésa es mi esperanza, pero los españoles de esta generación hemos nacido educados en una cultura excesivamente severa en cuanto a nuestras exigencias personales, donde el sentido del pecado tomaba un cariz de maldición y en el que el tamiz del remordimiento lo impregnaba casi todo en lo que a nuestras conductas de vida respecta.

Ha estado mal visto airear nuestras limitaciones, desconsuelos o complejos. Mostrar debilidades, expresar dudas respecto a nuestro lugar en el mundo.

Se nos educa para ser fuertes sin darnos las herramientas para ello.

Y muchos nacen fuertes, sí, pero por el camino se van quedando muchos, gente cercana, que se encierran en su caparazón de impotencia por no haber tenido los estudios, la pareja, el cuerpo, el trabajo o la gracia al hablar que se esperaba de ellos.

En la soledad nos encontramos a nosotros mismos, y todos tenemos nuestras miserias, sanas de curar en soledad, sí, pero no siempre.

Todos tenemos nuestra parte negra. Vicios, miedos, angustias, complejos y frustraciones que rumiamos en silencio.

Mi futura sociedad deseada será aquélla en que se destapen esas alcantarillas personales que creemos malditas y nos demos cuenta, entonces, que nuestra miseria no lo es tanto ni estamos tan solos en el mundo.

3 comentarios:

Dol dijo...

Bueno, querido, yo creo que aunque es verdad que nos reprimimos mucho y nos culpabilizamos, cada vez hay más gente dedicada a la búsqueda y explotación del bienestar .
Terapias, recursos, tendencias...
es cuestión de que la gente de verdad se tome la molestia de crecer .
En el dolor también hay mucho vicio .
Ya me entiendes; podemos acostumbrarnos incluso a la frustración y al desconsuelo.
Un beso ,esperanzado.

Gincrispi dijo...

No estaría mal, pero se me antoja imposible en una sociedad donde lo importante es ser competitivo para convertirte en el "mejor" individuo posible.
Pero bueno, la intención es lo que queda.
Saludos.

Miguel dijo...

Salva, no hay mayor miedo en una sociedad que estar pendiente de la opinión del otro sobre su persona.
Cada vez nos enseñan desde una edad más temprana a competir, a olvidarse de valores sociales. Cada vez la sociedad de hoy en día, la del todo vale para sobrevivir nos esta llevando a una sociedad más impersonal y solitaria. (igual es para esconder nuestras miserias y nadie sepa de nuestra parte oscura)

Miguel